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Tres días después de la eliminación de la Champions League, sin tiempo para resarcirse, el Sevilla visita San Mamés para consolidar su posición liguera. Julen ... Lopetegui apuesta por un sistema 1-4-3-3, generalmente muy ofensivo, que tendrá que matizar por las numerosas bajas.
Para la creación del juego propone una salida combinativa, elaborando las posesiones e imprimiendo un alto ritmo a la circulación del balón. Los centrales se colocan abiertos y el medio centro se sitúa entre ambos. Así forman una línea de tres para crear una superioridad numérica que favorezca una correcta progresión del juego. Los laterales se posicionan adelantados y dan amplitud al equipo. Los teóricos extremos ocupan las zonas interiores para tratar de desajustar la línea defensiva rival. Todo aderezado con una movilidad constante para crear espacios entre líneas.
Ante los equipos que presionan la salida del balón, el Sevilla tiene el recurso del juego directo sobre el delantero. Rafa Mir estira la línea defensiva contraria y fija a los centrales. Maneja el juego de espaldas a la portería y facilita la incorporación de los centrocampistas. En la fase defensiva los andaluces son muy consistentes. Han encajado los mismos goles que el Athletic, once. Tras la pérdida del balón en el ataque reaccionan con agresividad e intensidad con la intención de recuperar la iniciativa del juego.
Bono (13) ha mantenido su portería imbatida en siete partidos. Tiene una gran envergadura que le habilita para mandar en el área.
Montiel (2) está en continuo crecimiento. Se incorpora con facilidad al ataque, pone centros precisos. La pareja de centrales del Sevilla forma una sociedad muy reputada. Koundé (23) tiene carácter y personalidad. Es veloz, intuitivo para la anticipación y colabora con acierto en la construcción del juego. Diego Carlos (20) se siente infranqueable en el juego aéreo, es contundente en los duelos individuales y desplaza el balón con criterio. Ambos son, además, muy peligrosos en la estrategia ofensiva. Augustinsson (3) o Rekik (4) pugnan por el lateral izquierdo. El sueco, más ofensivo, no termina de cuajar. El jugador holandés fortalecería la línea defensiva.
Fernando (25), centrocampista defensivo, es imprescindible para Lopetegui. Irreprochable en la lectura táctica del juego, corrige los desajustes defensivos y presiona con fiereza. Jordán (8) participa en la organización del juego, tiene una gran precisión en los desplazamientos de balón y un gran disparo. Delaney (18), experimentado, insufla vigor y energía a un equipo que está sufriendo un gran desgaste físico. Oliver Torres (21) puede actuar como interior u ocupar la posición de falso extremo. Posee capacidad para organizar el ataque y visión de juego para lanzar a los delanteros.
Rafa Mir (12), potente, con juego aéreo, aguanta la pelota de espaldas y facilita la llegada de la segunda línea.
El Papu Gómez (24) puede reforzar la banda izquierda. Más control, más fantasía, pero menos profundidad. Munir (11), técnico e irregular, e Idrissi (22), muy individualista, compiten por el otro puesto en el extremo.
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