Con sus señas de identidad

Ronald Koeman presentó ante la Real Sociedad su sistema más usual, el 1-4-3-3. El conjunto catalán acreditó sus aptitudes habituales, con iniciativa en el juego, rapidez y fluidez con el balón y pocos desplazamientos en largo. Los blaugranas, tras perder la posesión del balón, presionaron con voracidad a sus rivales y recuperaron el dominio del juego sin permitir a los guipuzcoanos desplegarse en el ataque.

A pesar del buen rendimiento general, no sería descabellado pensar que el entrenador holandés pueda recurrir a un cambio de sistema con tres centrales para estabilizar las vigilancias defensivas, proteger a Busquets en las transiciones rápidas y procurar una mayor libertad a los laterales-carrileros para el ataque. Esta decisión implicaría sacrificar a uno de los delanteros, Griezmann o Braithwaite.

La operación a la que se sometió Ter Stegen para solucionar sus problemas en el tendón rotuliano ha otorgado la oportunidad de comenzar la temporada como titular a Neto (13). El brasileño estaba incluido en el grupo de jugadores con la etiqueta de transferibles para intentar reducir la masa salarial. Es un portero con una gran envergadura, muy rápido en la portería, experimentado, con buen juego aéreo.

Dest (2) es un lateral o carrilero muy ofensivo, muy rápido. A veces le falta concentración defensiva y prestancia en las acciones de ataque.

Piqué (3) es la referencia defensiva en el terreno de juego. Experiencia y personalidad. Arrastra molestias que le han hecho ser duda, aunque es un jugador que difícilmente se borra de los partidos. Le motivan los grandes escenarios como San Mamés. Ha perdido algo de velocidad, pero la presencia de Williams es un desafío para él. Eric García (24) aporta claridad en la salida del juego. A pesar de su juventud juega con serenidad, quizás le falte una mayor contundencia defensiva. Araujo (4) puede ser el tercer central. Rapidísimo, cualidad que le permite ser agresivo en la anticipación.

Jordi Alba (18) se muestra fundamental en el juego de ataque del Barça. Aunque ahora falte su socio principal de los últimos años, mantiene una excelente sincronización para los desmarques, apareciendo por sorpresa.

En el centro del campo Busquets (5) es la brújula del juego, especialmente si el conjunto catalán se impone y domina el ritmo del partido. Gran capacidad táctica, comete faltas para cortar el juego rival. Sufre en las transiciones defensivas.

De Jong (21) atesora un potencial extraordinario. Tiene una enorme seguridad en el pase y una poderosa conducción para sobrepasar las líneas del rival. La temporada anterior dio un paso hacia adelante, con mayor profundidad en el juego.

Pedri (16) encarna la figura del futbolista que hace mejores a los compañeros que juegan a su alrededor. Necesita descanso, ha sufrido un desgaste terrible. Además del talento, colabora recorriendo muchos kilómetros. Para continuar con su progresión necesita arriesgar en los pases más definitorios y tener más incidencia en los últimos metros.

Depay (9) es uno de los jugadores llamados a triunfar en el nuevo Barça. No es un delantero de referencia, se mueve con libertad por todos los frentes del ataque. Tiene talento, filtra buenos pases, desborda con elegancia, dispara desde fuera del área y posee una gran fortaleza física. Griezmann (7) está instalado en un momento de indefinición. Mucho entusiasmo, trabajo a destajo, pero escasa eficiencia con respecto al gol. Siempre sale motivadísimo cuando se enfrenta al Athletic. Braithwaite (12), por su parte, rompe un poco el molde de los delanteros habituales del Barça. Se desmarca a los espacios, genera espacios para sus compañeros y lucha con fiereza cada balón.