A sellar el pasaporte en Estambul

Los cálculos son fáciles de hacer. Una victoria, que sería la sexta en siete partidos, e incluso un empate tras el sorprendente 3-3 del Galatasaray ayer ante el colista Dínamo de Kiev, daría el pasaporte directo, convirtiendo el último encuentro contra el Viktoria Plzen en un trámite. Lo cierto es que, incluso perdiendo podría lograr el Athletic matemáticamente su objetivo si no ganan algunos equipos como el Tottenham, el Steaua de Bucarets, el Manchester United o el Rangers (uno de los dos caerá ya que se enfrentan), el Ajax, la Real o Bodo/Glimt.

El Besiktas no parece un rival especialmente temible, más allá de que todos los grandes clubes turcos infundan mucho respecto cuando juegan al calor de su público. Si la vara de medir es el Fenerbahce, las previsiones no pueden ser más optimistas. Y es que el equipo del recién llegado Solskjaer, que sólo lleva seis puntos en esta Europa League y está obligado a ganar hoy si no quiere verse fuera de la competición, marcha en su Liga a 14 puntos del conjunto de Mourinho.

Se trata, pues, de un rival claramente inferior al Athletic y que vive además tiempos de mucha inestabilidad institucional. Ver por delante en la tabla a equipos de provincias como el Samsunspor, el Goztepe de Esmirna o el Eyupsort es algo que quita el sueño a los hinchas de este histórico conjunto de la orilla europea del Bósforo de la capital turca.

El Athletic viajó con todos sus jugadores disponibles salvo Oihan Sancet. Que lo que fue un pequeño esguince leve en El Sadar le tenga apartado ya durante un mes empieza a ser preocupante, sobre todo porque no es la primera vez que al navarro se le alarga en exceso una dolencia que el parte médico del club califica de leve. Recordemos, por ejemplo, que la pasada temporada dejó de jugar desde el 28 de abril por «una lesión leve moderado musculatura semitendinosa de la pierna izquierda». De hecho, quedó fuera de las listas de la selección para la Eurocopa y los Juegos de París.

Por suerte, este partido no es decisivo, como si lo fueron los disputados contra el Barça en la Supercopa y Osasuna en la Copa, pero esto no significa que el Athletic no necesite el regreso del medio-punta navarro. Su juego se resiente sin él, un futbolista diferente, sin un sustituto claro en la plantilla. Teniendo en cuenta que Berenguer lleva mucha tralla y que Unai Gómez no termina de cogerle el aire a un puesto que requiere de virtudes que el bermeano no tiene (tiene otras), no sería extraño que, tarde o temprano, el joven Peio Canales acabe teniendo una oportunidad. Ha vuelto a viajar con el equipo.

Si el domingo Valverde hizo media docena de rotaciones respecto al encuentro anterior, se puede dar por descontado que volverá a hacer varios cambio en el Tupras Stadium. ¿Cuáles? A saber. Puestos a especular, se entendería que el técnico rojiblanco decida dar descanso a Iñaki Williams y a Vivián, que lo están jugando todo. También es probable que quiera dar una oportunidad desde el principio a Vesga y Djaló, dos jugadores de los que se espera mucho más de lo que están ofreciendo. Lo de la portería del Athletic es una moneda al aire, pero lo más lógico es que Unai Simón, que todavía no ha podido disputar dos partidos seguidos, vuelva a ser titular.

Respecto al Besiktas, se puede decir que todos son incógnitas. Solskjaer acaba de ser presentado y se supone que lleva unos días estresantes viendo vídeos a mansalva para conocer a sus jugadores y evaluar su rendimiento. Mientras tanto, la afición sólo piensa en refuerzos que les saquen de la mediocridad y, dado el pasado de su nuevo entrenador en el Manchester United, se habla de la posible llegada de Casemiro y Rashford. Sea como fuere, el técnico noruego no se hace demasiadas ilusiones, al menos en estos momentos posteriores a su aterrizaje. Es perfectamente consciente de la endeblez defensiva de su equipo, el cuarto más goleado (13) de los 36 que disputan la Europa League. Y del contrate sangrante que esta cifra representa si se la compara con la del Athletic, que es el que menos goles ha recibido (2) en esta competición en la que, por cierto, está firmando la mejor racha en Europa de toda su historia.