Sancet, el mejor refuerzo de Valverde

Tras un año irregular, el técnico se propuso recuperar la mejor versión de un jugador diferencial, sobrado de calidad, y el inicio de la Liga no puede ser más prometedor

Sábado, 14 de septiembre 2024, 01:14

Oihan Sancet terminó la pasada temporada fuera de foco, lejos de los terrenos de juego, donde ha regresado con fuerza en esta fase embrionaria de la Liga. El navarro brilla con luz propia después de dejar atrás una campaña irregular, vertebrada por altibajos y dientes de sierra, condicionada además por los problemas físicos y de autocontrol. Una de las grandes perlas cultivadas en Lezama, blindada hasta 2032 con el anuncio de su renovación hecho en San Mamés micrófono en mano, se oscureció unos cuantos tonos hasta desaparecer por completo en la recta final de la campaña. Tras el gol en el memorable duelo copero de La Cartuja y el fogonazo frente al Villarreal, justo después de la gabarra, el navarro se desdibujó –sufrió una lesión muscular y luego tuvo fiebre– y se perdió las últimas cinco jornadas del campeonato de la regularidad. Y no solo eso, sino también la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de París. De cara al presente curso, Ernesto Valverde se propuso como objetivo recuperar la mejor versión de un futbolista diferencial, sobrado de talento y calidad, y de momento disfruta con el resultado.

Publicidad

Porque Sancet es otro en este inicio liguero, bien físicamente y con dinamita en los metros de la verdad. Lleva dos goles en cuatro encuentros –marcó al Getafe y al Barcelona– y controla sus emociones, aunque se le fue un poco la mano en el choque ante el Atlético y vio una amarilla por protestar. «Fue amonestado por el siguiente motivo: desaprobar una de mis decisiones», recogió en el acta Hernández Hernández. Supo morderse la lengua a tiempo para no volver a cruzar al lado oscuro, donde estuvo un par de veces el año pasado. Le expulsaron dos veces entre la jornada dos (Osasuna) y siete (Getafe) por faltas incompatibles con seguir en el campo. «Entro cuando no tengo que entrar, me lo dice el míster; se me va la olla, soy un caliente», dijo el de Mendillorri en un documental emitido en una popular plataforma de contenido audiovisual.

Charlas con el técnico

De hecho, en más de una ocasión pudo verse a Valverde y a Sancet sentados en las gradas de Lezama hablando a solas. En realidad, sobre todo hablaba el entrenador rojiblanco y escuchaba el mediapunta. Se trata de explicarle que puede llegar muy alto si sigue los consejos de los profesionales de Lezama. Y su entorno de máxima confianza se ha volcado con él y le arropa, algo fundamental para un chaval de 24 años. En el Athletic están encantados con la versión actual del mediapunta, quien sostiene gran parte del peso ofensivo del equipo. Su juego de espaldas, su giro con el balón prácticamente indefendible, su visión panorámica del fútbol y su asociación con todo el frente del ataque son fundamentales para el buen funcionamiento del grupo. El inicio de la campaña de las cuatro competiciones es prometedor y Txingurri disfruta de un refuerzo que tenía en casa.

Potencial

El Athletic salió al mercado para traer a Álvaro Djaló, Andoni Gorosabel y Unai Nuñez, este último cedido por el Celta con una opción de compra no obligatoria, tres hombres que vendrán de perlas a un equipo exigido en los frentes liguero, europeo, copero y supercopero. También se ha echado mano de una buena camada de 'cachorros' –ahí están los Padilla, Adama, Jauregizar...–, pero si Sancet rinde a su máximo nivel es una garantía de felicidad y éxito. Es justo lo que trata de hacerle ver el staff técnico con Valverde a la cabeza, conscientes del potencial que tienen entre manos con el navarro en perfecto estado de revista. Trabajan con él en este sentido prácticamente a diario y le hacen ver que puede volar si quiere.

Txingurri sabe de la importancia de Sancet, de su buena conexión con los hermanos Williams y Guruzeta, entre otros, un futbolista que marca diferencias cuando está bien físicamente y centrado. Era habitual en las convocatorias del seleccionador Luis de la Fuente hasta que sufrió una lesión muscular en abril, justo después del duelo en el Metropolitano. No volvió a jugar, se perdió la Eurocopa y París y dio por concluida una temporada en la que disputó apenas cinco encuentros enteros de los 38 en los que participó entre la Liga y la Copa. Se fue de vacaciones y regresó con la mentalidad adecuada, de mejorar y ser diferencial, la que mantiene tras las cuatro primeras jornadas del presente curso. Y Valverde sonríe.

Publicidad

El equipo también, porque si Sancet es feliz, su fútbol se vuelve alegre e imprevisible. «Se me va la olla, soy un caliente», confiesa el navarro. De momento conserva la cabeza fría y no pierde el foco. El trabajo de Txingurri y su staff va dando sus frutos. Saben a puntos futuros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad