San Mamés cuelga el 'no hay billetes' para recibir al Villarreal

Si alguno quiere ir a San Mamés el domingo (18.30 horas) para ver el Athletic-Villarreal y no tiene todavía entrada ya puede empezar a buscar algún socio caritativo que le ceda el carné porque ya no quedan billetes en taquilla. La Catedral presentará un lleno hasta la bandera en lo que será el regreso a la competición de los hombres de Ernesto Valverde después del histórico triunfo copero en La Cartuja y del baño de masas que tendrá lugar este jueves a lo largo de la ría.

Nadie quiere perderse el choque y todo hace indicar que se batirá el récord de 52.061 espectadores registrado en la vuelta de la semifinal de Copa ante el Atlético. Será, sin duda, un nuevo homenaje al equipo rojiblanco que pondrá todo de su parte para responder a la afición intentando que La Catedral siga siendo un fortín. El destino ha querido que el inquilino del banquillo rival sea Marcelino García Toral, expreparador de los bilbaínos en las finales coperas perdidas ante la Real Sociedad y el Barcelona.

El capitán del Athletic Iker Munian reconoció el lunes, en el primer acto institucional celebrado en la Casa de Juntas de Gernika tras la conquista de la Copa, que había recibido la felicitación del técnico asturiano, con el que mantiene una gran relación, y éste ha dejado entrever que su equipo hará pasillo a los campeones. El Athletic ha vuelto este miércoles a los entrenamiento en Lezama para preparar el partido y para mañana ha programado una sesión a puerta cerrada en San Mamés antes de afrontar una jornada en la que recibirán el cariño de toda Bizkaia desde ambos márgenes de la ría.

El partido ante el Villarreal es muy importante de cara a seguir presionando al Atlético en la lucha por las plazas Champions. Los colchoneros -cuartos en la tabla- cuentan con dos puntos de ventaja en la a falta de ocho jornadas con enfrentamiento directo entre ambos en el Metropolitano el próximo día 27. Aunque el Athletic, tras la conquista de la Copa tiene asegurada su presencia en Europa seis años después, pero la plantilla quiere la Liga de Campeones. Sería la guinda a una temporada de ensueño.

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