El Athletic ha cruzado el charco dos veces en sus 122 años de historia. Jugar en Estados Unidos es una experiencia exótica, poco habitual, que iba a retomarse este verano y que, salvo sorpresa mayúscula, no podrá llevarse a cabo por la amenaza del coronavirus. ... Los rojiblancos tenían decidido viajar a Boise, capital de Idaho, y engrandecer las fiestas de Jaialdi, de la diáspora vasca, que se celebran cada cinco años y que en 2015 contaron con la presencia del conjunto bilbaíno. La enfermedad ha dinamitado las agendas y ha puesto en cuarentena países enteros, que luchan sin descanso contra el nuevo patógeno. Estaba previsto que los muchachos de Gaizka Garitano y el primer equipo femenino se desplazaran en julio para tomar parte en este acontecimiento festivo y disputar varios partidos, pero la conexión con este lugar epecial deberá esperar tiempos mejores.
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La primera vez que el Athletic viajó a Estados Unidos fue en abril de 1967, hace justo 53 años. Los hombres entrenados entonces por el mítico 'Piru' Gainza se enfrentaron al poderoso Estrella Roja. La cita tuvo lugar en el Comiskey Park de Chicago y los bilbaínos dieron buena cuenta de los belgradenses. El choque terminó con una victoria por 1-3 y todos los goles llegaron en la segunda parte. Los serbios, que en septiembre habían apeado a los vizcaínos de la Copa de la UEFA (5-0 en el pequeño Maracaná y 2-0 en San Mamés), se adelantaron gracias a un tanto de Acimovic, pero un doblete de Arraiz y una diana de Uriarte sentenciaron al gran equipo yugoslavo. Era un choque de plantillas maravillosas que en aquella época contaban con figuras como Iribar, Orue, Sáez, Larrauri, Rojo y el propio Uriarte, entre otros, mientras que en el bando rival brillaban Dzajic, Mihajlovic y compañía.
El Athletic tardó casi medio siglo en regresar al país de las barras y estrellas, concretamente a Boise. Lo hizo para participar en Jaialdi de 2015. En realidad, la idea era coincidir el partido frente al Tijuana mexicano con la fiesta, pero los compromisos europeos del equipo entrenado por Ernesto Valverde obligaron a adelantar un poco el viaje. En cualquier caso, la presencia de los rojiblancos revolucionó esta localidad de 225.000 habitantes, de los cuales un 10% es de origen vasco. Se organizaron actos para que los futbolistas firmaran autógrafos y jugaron hasta a pelota mano en un frontón situado en el Basque Block.
El regreso a Boise estaba calendado para finales de julio, el día 25, pero la expansión de la COVID-19 ha cambiado la vida y los planes de millones de personas. Por cierto, aquel partido contra el Tijuana también lo ganó el Athletic. 2-0. Aduriz y Beñat.
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