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El Athletic llegaba a Butarque con nueve goles cedidos en los últimos cinco partidos. Una cifra inasumible para Gaizka Garitano y su apuesta por un equipo sólido atrás. Sin los lesionados Capa y De Marcos, el entrenador detectó que Lekue sufría mucho por su costado. ... Así le ocurrió en el Bernabéu. De ahí que apostara por la novedad de colocar de inicio tres centrales. El cambio de sistema llega también en una semana complicada para los rojiblancos, con tres partidos en seis días. El último de ellos el sábado ante el Alavés en San Mamés. Derbi por Europa en La Catedral. Si la victoria se queda en casa, es casi seguro que el Athletic volverá la próxima temporada a una competición continental.
Estos dos fueron los principales argumentos que provocaron que el entrenador, muy poco amigo de los cambios hasta ahora, apostara ayer por una revolución. También sumaba argumentos a favor de los cambios introducidos el hecho de que el Leganés es uno de los mejores equipos en jugadas de estrategia. El técnico buscaba fortalecer el corazón del área en los balones aéreos.
Las modificaciones tácticas alcanzaron a todas las líneas e incluyeron también un cambio de dibujo. El Athletic jugó por primera vez con Garitano con tres centrales. Una apuesta arriesgada vistos los antecedentes. 'Cuco' Ziganda quedó muy tocado tras hacerlo la pasada campaña en Girona (2-0) y Eduardo Berizzo fue cesado después de que el sistema no le funcionara en el campo del Levante (3-0). El cambio permitió a Unai Núñez entrar en el once, algo que hasta ahora sólo ocurría ante una baja por lesión o sanción de Yeray o Iñigo Martínez. Tuvo momentos brillantes. Es un central que sería titular en muchos equipos, pero que en Lezama vive a la sombra de dos titulares indiscutibles.
El cambio de dibujó colocó a Berchiche y Lekue como 'carrileros'. El técnico buscaba velocidad por los costados y que su equipo dejara pocos espacios atrás. Lo logró. El Leganés creó menos peligro que nunca en su fortín de Butarque, en donde sólo había perdido dos partidos. Con la lesión de Yeray, entró Balenziaga como lateral y Berchiche pasó a ser central izquierdo. Beñat fue el descartado por Garitano tras su flojo partido del Bernabéu. Sólo pisó el césped una hora antes del partido para entrenar en medio del diluvio y el viento racheado. Con Dani García lesionado, ninguno de los mediocentros titulares habituales saltó al campo.
La sala de máquinas fue para Mikel Rico y San José. Dieron lo que les pidió el técnico, un trabajo estajanovista y una gran concentración. Rico no jugaba desde el pasado 5 de noviembre, aún con Berizzo de entrenador. Casi seis meses después firmó un partido brillante. Muy atento siempre, apenas perdió un balón en una fecha señalada para él. Alcanzó su partido 200 en Primera. «Mikel se alegra por jugar, pero yo también me alegro muchísimo porque es un jugador que lo merece todo», resaltó su entrenador. El de Arrigorriaga se confesó encantado, aunque admitió que le pesaron las piernas en los últimos diez minutos. «Sabíamos lo que tocaba en este campo, zafarrancho de combate en un partido marcado por el frío, la lluvia y el viento», resumió.
En el ataque cayeron del equipo Raúl García –sancionado– y Muniain. La novedad arriba fue Aduriz, que no era titular desde el 22 de diciembre cuando marcó de penalti al Valladolid. Poco asistido y sin lograr ocasiones claras, dio paso a Kodro en los últimos minutos.
El Athletic estuvo muy firme atrás, pero insustancial arriba. De hecho, se llevó tres puntos de oro con tres remates, sólo dos de ellos a puerta, Iñigo Martínez y Williams a puerta. Desde septiembre de 2014 en el campo del Barcelona con Valverde de entrenador rojiblanco no se veía un partido con menos producción ofensiva.
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