Remiro se une a Urra y Alkiza en el viaje del Athletic a la Real

Los primeros casos en la centenaria historia de ambos clubes en cambiar la camiseta rojiblanca por la txuri urdin se remontan a los inicios del fútbol profesional. Marcelino Galatas abrió este camino. Tras jugar en el Athletic en la campaña 1920-21, pasó al Deusto y de ahí, en 1923, a la Real Sociedad. Posteriormente se produjo el caso de Vicente Unamuno, Unamuno II. El de Bergara militó en el Athletic en la campaña 1939-40, y tras pasar por otros clubes, recaló en Atotxa en 1943. Jugó con la Real Sociedad hasta 1946.

Isidoro Urra lidera, junto a Alkiza y a partir de ahora Remiro, al grupo de futbolistas que han pasado directamente del Athletic a la Real Sociedad. Campeón de liga con el club rojiblanco en 1936, fue uno de los veteranos que quedó en el equipo tras el parón por la Guerra Civil. De vuelta a la actividad, jugó hasta 1946, sumando otra liga y tres títulos de Copa, y después decidió fichar por la Real Sociedad, donde militó hasta 1950. Finalizó su carrera deportiva en el Zaragoza.

Rafa Iriondo es un nombre ilustre en el olimpo rojiblanco. Uno de los más grandes en la historia del Athletic, que curiosamente terminó sus días deportivos en la Real Sociedad, a la que también llegó a entrenar. Después de militar en el Athletic entre 1940 y 1953, Iriondo fichó por el Barakaldo, pero tan solo estuvo media temporada en el club de Lasesarre, porque la entidad txuri urdin le incorporó y jugó en Atotxa hasta su retirada en 1955.

El caso de Ricardo Arrien también tiene una etapa intermedia entre Athletic y Real Sociedad. El delantero formó parte de la plantilla rojiblanca entre 1984 y 1985, pero al no tener hueco en el equipo, recaló en el Racing, desde donde se incorporó a la Real, necesitada de delanteros tras el adios de Satrustegi. Pero la llegada de Toshack al banquillo de Atotxa dejó la andaduda de Arrien en apenas una temporada.

La década de los noventa fue la más movida en el trasvase de futbolistas de un lado a otro de la autopista. Incluso con dos jugadores que arrancan de la Real, llegan al Athletic y terminan de nuevo en la Real, como fueron los casos de Loren y Alkiza. El de Lerma fue un fichaje sonado por parte del Athletic, que pagó 300 millones de pesetas en 1989 para reforzar su delantera. Pero Loren nunca llegó a cuajar y acabó saliendo rumbo a Burgos en 1991. Dos años después, la Real volvió a incorporarle a su plantilla, aunque esta vez ya como central, y se convirtió en capitán y referencia de los donostiarras hasta su retirada en 2002.

Alkiza, por su parte, fue traspasado de la Real al Athletic en 1994 a cambio de 220 millones de pesetas. En San Mamés dejó una gran imagen durante una década, hasta que en verano de 2003 decidió regresar a San Sebastián al finalizar su contrato. De vuelta a la Real, añadió dos temporadas más a su trayectoria como futbolista, hasta que se retiró en 2005.

Los otros dos jugadores que militaron en la Real en la década de los noventa con label de Lezama tuvieron mucha menos incidencia en ambos clubes. El primero de ellos fue José Félix Guerrero, que de hecho no llegó a debutar en el primer equipo del Athletic y estuvo tres años en la Real, y el segundo, Sergio Corino. El central apenas tuvo oportunidades para asentarse en el Athletic, y en 1997 puso rumbo a Salamanca y después al Espanyol, desde donde fue fichado por el club de Anoeta, donde jugó un año y medio.

Este verano Remiro se unirá a esta reducida lista, lo cual no quiere decir que la Real Sociedad no haya actuado durante este tiempo en el territorio vizcaíno en busca de futbolistas. Porque precisamente en los últimos años, la actividad de los donostiarras se ha intensificado entre los clubes de Bizkaia en busca de jóvenes promesas para incorporarlas a Zubieta. Más de media docena han llegado a la factoría txuri urdin procedentes de clubes como el Danok Bat o el Indartsu. El fichaje de Fernando Quintanilla 'Txirri', quien fuera ojeador del Athletic, por la estructura de captación de la Real, ha sido fundamental en este aspecto.