A casi 10.000 kilómetros de Bilbao, y con todo un océano de por medio, existe un club que comparte colores y sentimientos con la entidad de Ibaigane, de la que incluso ha tomado su nombre: Athletic Villa. Luce un escudo similar, el que ... defienden con orgullo las más de cien jugadoras que conforman toda su estructura.
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Se hacen llamar 'las Leonas del Arenal', y se encuentran en el distrito Villa El Salvador, en la provincia de Lima, un lugar afectado por la violencia en el que muchos jóvenes, desde su infancia, se habitúan a portar armas de fuego, abandonando el colegio para sumarse a las pandillas callejeras y dedicarse a la delincuencia. En medio de este clima, un vecino de la zona, Juan Abanto, decidió dar forma a un proyecto, una especie de escuela deportiva para fomentar el fútbol entre las chicas, a modo casi de tabla de salvación. Este año ha cumplido oficialmente su sexto aniversario, pero su trabajo se remonta una década atrás.
En 2006 empezó su vinculación con la ONG Asociación Deporte y Desarrollo de Barakaldo (DEPYDES), con Aitor Alonso, del Pauldarrak, al frente. Con el lema 'Fútbol para todas', no ha parado de crecer y actualmente forma parte del proyecto global Bizkaia Koopera, que realiza la Fundación Athletic junto a la Diputación Foral de Bizkaia, lo que ha permitido impulsar aún más sus actividades, mejorando además sus infraestructuras y dotando a las jugadoras de equipaciones deportivas.
Cuando la pandemia del coronavirus se dejó sentir en el país sudamericano, desde Bizkaia les enviaron alimentos de primera necesidad y pusieron a su disposición tres técnicos de la Fundación Athletic -Igor Arenaza, Jesús Camacho y Eli Ibarra- para dar un impulso a la preparación física de su equipo senior, en pleno confinamiento. Ibarra, que encabeza la lista de jugadoras con más encuentros disputados con la zamarra rojiblanca, es la encargada de diseñar las sesiones online que cada semana conectan aún más a Bilbao con Villa El Salvador gracias a la tecnología. «Cuando me lo propusieron me pareció la bomba. Todos los proyectos sociales para mí son muy gratificantes, pero el poder entrenar a chicas y encima de Perú, más todavía», afirma Ibarra.
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Debido a la diferencia horaria, estos entrenamientos arrancan a las nueve de la noche en España, que son las dos de la tarde al otro lado del charco. Para seguirlos, algunas de las futbolistas han necesitado un ordenador y conectarse a Internet en sus más que modestas viviendas. Cuando encienden la pantalla, siempre aparece la exjugadora con su sonrisa, dispuesta a poner en forma a sus pupilas. «Empezamos con un calentamiento en estático y luego una tabla de ejercicios en los que metemos algunos de fuerza con recursos caseros como 'packs' de leche, terminando con unos estiramientos».
Una rutina que han mantenido, a la espera del inicio de la Copa Perú Femenina, sin parar ni en vacaciones. «Aunque nosotros estuviéramos fuera, siempre sacábamos un rato para hacer al menos a la semana una sesión con ellas. Creíamos que la situación de este proyecto era diferente y hemos mantenido el contacto. Para ellas este ratito les da la vida, y no dudamos en seguir a su lado», relata Ibarra.
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Este equipo lo componen casi una treintena de chicas, de los 13 a los 33 años. Algunas de ellas ya son madres, y llevan a entrenar a sus hijas a las categorías inferiores del Athletic Villa, asegurando así el relevo. La capitana de 'las Leonas del Arenal' es Gloria Jaramillo, quien hace un mes cumplió los 29. Su pasión por el fútbol le ha tenido siempre pegada a una pelota, luchando como muchas otras contra los prejuicios. «La gente relacionaba este deporte con los hombres. Al principio, mis padres no querían que jugara, tenían miedo a que sufriera algún golpe fuerte, pero pronto se dieron cuenta de que yo era feliz», declara a este periódico. «Mi papá terminó comprándome las botas cuando las rompía y mi mamá era mi fan número uno, me acompañaba a todos los partidos».
Para ella el fútbol es «un idioma universal, que me une y me invita a conocer más personas». Reconoce que el primer día que se probó con el equipo de Villa el Salvador fue «el más feliz» de su vida. Allí pudo comprobar cómo utilizaban el fútbol «como una herramienta para formar personas con valores». En 2009 se paralizó el proyecto, coincidiendo con el inicio de sus estudios de Enfermería. «En 2013 me encontré con Juan y me dijo que al año siguiente tenía pensado reactivar el fútbol femenino. Me emocioné mucho, pero sentía que quizá la edad y mi estado físico sería un impedimento, así que me ofrecí como paramédico». Finalmente regresó al campo, pero con las botas puestas.
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Como representante del equipo, ella es la que se encarga de repetir los entrenamientos virtuales con las compañeras que no pueden conectarse a la hora marcada. «La idea es que todas podamos estar al mismo nivel para cuando regresemos a las canchas, aunque lo más importante para nosotras es sentir que seguimos conectadas, que seguimos formando parte de un equipo y de un proyecto». Gloria todavía recuerda la visita que les hizo Carlos Gurpegui en 2008. «No lo voy a olvidar jamás. Pude conocer de cerca a un jugador de talla internacional. Me impresionó porque era muy sensible con nosotras, no se comportaba como una estrella del fútbol, sino como alguien más de nuestro barrio».
Jaramillo reconoce que la ayuda brindada por la Fundación Athletic y la Diputación «ha sido vital para seguir creciendo». A nivel personal, confiesa que está siendo «un apoyo emocional muy grande». Le gustaría algún día llegar a ser entrenadora del senior del Athletic Villa. Gracias a la Fundación ya posee una de las licencias, y acaba de hacerse cargo del equipo sub'15. En marzo iba a viajar a Bilbao, ciudad con la que ya siente un vínculo muy especial, pero la pandemia rompió en mil pedazos sus planes. «Fue una gran tristeza, pero las cosas pasan por algo. Eso me ha permitido conocer a tres grandes personas (los técnicos de la Fundación), y gracias a ellos mis ganas de ir a Bizkaia son mayores».
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Mientras llega el día de tomar ese ansiado avión, ella sigue ejerciendo como enfermera en su barrio, fuera de la primera línea de la Covid, eternamente agradecida por todo lo que el fútbol le está dando. «El trabajo y el esfuerzo de muchos ha permitido hacer posible la generación de este sueño que es el Athletic Villa. Han convertido para muchas chicas su ilusión de jugar al fútbol en una realidad», recalca muy agradecida por el apoyo que recibe desde tan lejos.
100 jugadoras conforman la estructura del Athletic Villa. En el equipo senior, hay una treintena de futbolistas de entre 13 y 33 años.
'Fútbol para todas' Con ese lema, comenzó en 2006 su vinculación con la ONG Asociación Deporte y Desarrollo de Barakaldo (DEPYDES).
Tres técnicos del Athletic Igor Arenaza, Jesús Camacho y Eli Ibarra se encargan, on-line, de impulsar la preparación del equipo.
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