Raúl, aficionado en Canadá: 10 horas de coche y otro país para ver la final
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Este santurtziarra se plantea conducir hasta Boise, a mil kilómetros de Vancouver, para seguir el duelo con más aficionados del AthleticA veces, el fútbol provoca en sus aficionados acciones que, en otras circunstancias, ni se las plantearían. Se acuerdan, por ejemplo, de aquellos hinchas del Athletic que, en los años 50, vendían sus colchoners para acudir a presenciar la final de la formación que portaban ... en su corazón. Pues bien, Raúl González, santurtziarra de 40 años, vive en Vancouver y se está planteando coger el coche el próximo 6 abril, fecha del duelo en La Cartuja, conducir durante diez horas y plantarse en la peña rojiblanca que hay en Boise, en Estados Unidos, para seguir el partido rodeado de athleticzales. Suena un poco a bilbaínada, él lo sabe, pero...
«Aquí en Canadá no he conocido a nadie que sea del Athletic.Un poco por esa razón surgió la idea de viajar hasta allí para poder vivir el partido de manera diferente, con gente del Athletic. Por eso, me puse en contacto con la presidenta de la peña de Boise (Henar), a ver si había alguna posibilidad de disfrutarla con ellos. Son diez horas. Y para un fin de semana quizá sea mucho... ¡Pero creo que la ocasión puede merecer la pena!», se anima este vizcaíno que vive en Canadá con su pareja Sandra.
En mayo de 2022, hace casi dos años, decidieron cambiar de vida. Y con un visado de trabajo se mudaron a Vancouver, una ciudad situada en la zona Oeste de Canadá, con alrededor de 700.00 habitantes y a 8.200 kilómetros de Bilbao. «Dejamos nuestros empleos para vivir la experiencia canadiense y actualmente trabajamos dentro del sector naval», cuenta González.
Allí, reconoce, el fútbol no aparece en la parte alta de las preferencias de la población. De la Liga, por ejemplo, se sigue al Barcelona y al Real Madrid. No obstante, él defiende con orgullo su condición de aficionado de la escuadra de Ernesto Valverde. «En cuanto tengo oportunidad, hablo a mis compañeros de trabajo delAthletic, de su filosofía, de lo que supondría ganar un título y de la fiesta que se montaría en Bilbao. ¡Y alucinan!», describe este aficionado que en Navidad vivió en el campo el «emocionante» encuentro contra la UD Las Palmas, ése en el que Unai Gómez derribó la resistencia insular con un gol sobre la bocina.
Fue un duelo especial para González, no solo por el hecho de que se trata del último que ha vivido en La Catedral. «Estuve con mi hermano y mi sobrino. Tengo un recuerdo bonito porque es la primera vez que estuve con mi sobrino en un partido del Athletic. Lo disfrutamos mucho», cuenta este hincha que sigue los partidos «solo en casa». «Son a las 7 o las 8 de la mañana. Así que no tengo la posibilidad de ir a un bar ni quedar con nadie». Aunque las nuevas tecnologías le permiten tener compañía. «Siempre estoy conectado con mi hermano y mi padre. Incluso por videollamada para comentar el partido en directo».
Por cierto, su trabajo de 'adoctrinamiento' rojiblanco está dando sus frutos. «Nuestros amigos más futboleros de aquí, han copiado la consigna de Iñaki Williams, a lo bajini, y cada vez que gana me llegan Whatsapp con esa frase». Ojalá el 6 de abril sea así.Y quizá a diez horas de casa y en otro país.
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