Ramalho vuelve a sus orígenes

La ruta a la cima se le ha hecho dura a Ramalho. Su camino no ha sido precisamente de rosas pese a su espectacular arranque al debutar de la mano de Marcelo Bielsa con 18 años. Eran los tiempos en los que era visto como el sustituto de Andoni Iraola y en los que el técnico argentino recurría a él cuando no podía contar con el de Usurbil.

En 2013 se fue cedido al Girona, en Segunda, un préstamo que se extendió hasta 2015. En mayo de ese año se lesionó de gravedad en la rodilla. El Athletic le renovó al día siguiente por una campaña y lo reclutó para el Bilbao Athletic, en Segunda A. Al acabar el curso recibió la baja y regresó al Girona, esta vez ya como jugador en propiedad. Ese curso 2016-17 logró el ascenso y vio cumplido su sueño de saltar a Primera.

Estuvo a punto de no hacerlo. En la pretemporada 2017-18 entraba en todas las quinielas de jugadores de los que el club catalán podía prescindir. Aunque fueron muchos los que le aconsejaron salir porque su situación iba a ser precaria, decidió quedarse. Una inoportuna racha de lesiones le abrió un hueco en el once. Brilló como central derecho en la defensa de cinco de Pablo Machín. Jugó 28 partidos. Demostró lo que quería al salir de Bilbao. Tiene nivel de Primera.

Sin Machín, Ramalho ha debido ganarse la confianza de su nuevo entrenador, Eusebio Sacristán. Empezó también de mala manera, con una lesión de tobillo en pretemporada que le impidió jugar los ocho primeros partidos. Además, su retorno coincidió con la decisión del exrealista de dejar las cosas claras y apostar definitivamente por una defensa de cuatro tras jugar algunos partidos con la de cinco. Ramalho se quedaba sin su puesto, pero se reconvirtió a lateral derecho, el puesto con el que saltó al Athletic. No le ha ido mal en su doble condición de central y carrilero. Ha disputado 18 partidos, 15 como titular. Pedro Porro, internacional sub'21, ha sido suplente suyo en algunos de los últimos encuentros.

Ramalho acaba contrato. Ya negocia su renovación con el Girona, que le plantea una ampliación por tres temporadas. El Athletic está al tanto de la situación. Sin embargo, no ha movido ficha. «Todo el mundo quiere jugar en el club de su ciudad y en el que se ha formado. Está claro que me gustaría volver al Athletic, pero ahora estoy en Girona que es el club que ha apostado por mí y el que me ha dado la oportunidad de jugar en Primera», dijo en febrero a este periódico.