![Mucho más que un entrenador](https://s1.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202209/24/media/cortadas/Valverde-k97E-U180162398281kVF-1968x1216@El%20Correo.jpg)
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Jon Agiriano
Domingo, 25 de septiembre 2022, 01:37
A nadie se le escapa que, en este momento, Ernesto Valverde es en el Athletic algo más que el entrenador del primer equipo. Aun siendo ya este un cargo de gran responsabilidad, fuente de máxima presión y desvelos permanentes, Txingurri ha tenido que asumir otras responsabilidades añadidas de enorme importancia. Y nadie puede sorprenderse. Se trata de algo perfectamente lógico teniendo en cuenta la situación en la que quedó el área deportiva del club tras el relevo en el sillón de Ibaigane. Recordarán que al mexicano Carlos Aviña, el que iba a ser director deportivo y piedra angular del proyecto de Jon Uriarte, se lo llevó por lo aires el viento de la historia, y que el actual presidente logró sobre la campana, aunque fuera compartiéndolo con Ricardo Barkala, el 'fichaje' de Valverde. Todo un bombazo.
Tras su impresionante victoria en las urnas, Uriarte se encontró con un escenario que no tenía previsto cuando arrancó su campaña electoral. Contaba con un gran entrenador que conocía el club de arriba a abajo, mejor que cualquier otro al que pudiera fichar, y además con una dilatada experiencia en la Liga. ¿Quién si no él iba a ser, por tanto, el que tomara las grandes decisiones deportivas? Lo cierto es que hasta la propia idea del fichaje de un director deportivo plenipotenciario -y más con el perfil de Aviña- empezó a antojarse absurda cuando Valverde se hizo presente en Lezama.
¿Con qué autoridad le hubiera dado órdenes el mexicano? Eso no tenía ningún sentido y la lógica se acabó imponiendo, que es lo que acostumbra a hacer. De manera que ahora el plenipotenciario (o casi) es el técnico rojiblanco, al que no sólo le toca llevar las riendas del equipo y conducirlo hasta Europa sino construir el Athletic del futuro, un trabajo este último bastante más apremiante de lo que, en principio, pudiera parecer. La situación es la siguiente. Hasta diecinueve futbolistas de la actual plantilla, es decir, tres cuartas partes de ella, terminan contrato en uno o dos años. Sólo se salvan, con vínculos más prolongados, Iñaki Williams (2028), Vencedor (2027), Yeray (2026), Vivian (2026), Unai Simón (2025) y Unai Nuñez, ahora en el Celta (2025).
El 30 de junio de 2023 acaban los contratos de Iñigo Martínez, Raúl García, Óscar de Marcos, Balenziaga, Lekue, Zarraga y Asier Villalibre. Los siete, por tanto, quedarán libres para negociar con cualquier otro club en poco más de tres meses. Es cierto que esta opción sólo se antoja alarmante en el caso del central de Ondarroa, pretendido por el Barcelona en verano, pero la posibilidad de perder a algún otro jugador está ahí. Y algunos de ellos-pensemos, por ejemplo, en los dos más jóvenes, Zarraga y Villalibre- puede que no lleguen a enero sintiéndose precisamente italianos y musicales si siguen jugando tan poco como hasta ahora.
La del 30 de junio de 2024 es una fecha todavía más importante. Ese día acaban contrato hasta doce futbolistas, es decir, casi la mitad del plantel rojiblanco: Muniain, Berenguer, Sancet, Nico Williams, Vesga, Berchiche, Dani García, Herrera, Morcillo, Capa y los ahora cedidos, al Andorra y al Eibar respectivamente, Petxarroman y Nolaskoain. Salvo sorpresa muy poco probable y más que desagradable -nos referimos a que al equipo le vayan muy mal las cosas y durante la temporada se produzca un relevo en el banquillo-, Ernesto Valverde va a tener que decidir sobre el futuro de todos estos futbolistas. Suyo será el criterio deportivo. Porque la decisión final, por supuesto, se adoptará examinando otros factores, sobre todo el económico, y corresponderá al presidente y a sus directivos más cercanos.
Balenziaga Lateral. Veteranía y experiencia en defensa. Ahora mismo está lesionado.
Íñigo Martínez Central. Titular indiscutible y uno de los pilares del equipo. El Barça le quiso en verano.
Lekue Lateral. Las bajas de Berchiche y Balenziaga le han abierto las puertas de la banda izquierda.
Raúl García Mediapunta. Recambio de lujo siempre con un rendimiento extraordinario.
Zarraga Centrocampista. El pasaso curso tuvo más protagonismo. Esta campaña su rol es secundario
De Marcos Lateral. Uno de los veteranos de la plantilla. De momentofijo para Valverde
Villalibre Delantero. No acaba de dar el salto. Fue titular ante el Mallorca y luego desapareció.
Muniain Centrocampista. Capitán y hasta la fecha un intocable en losplanes de Ernesto Valverde.
Berchiche Lateral. La banda izquierda es para él pero las lesiones no le han dado tregua.
Berenguer Extremo. Pletórico en este inicio de curso. Es el máximo goleador con tres dianas.
Dani García Centrocampista. Con Marcelino era un fijo en el once. Con Valverde le va a costar encontrar su sitio.
Sancet Centrocampista. Uno de los futbolistas sobre los que el Athletic debe cimentar su futuro.
Ander Herrera Centrocampista. Acaba de llegar procedente del PSG. Habrá quecomprobar su rendimiento.
Nico Williams Extremo. Ha dado un paso al frente y su juego le ha abierto las puertas de la selección.
Morcillo Extremo. El curso pasado jugó cedido en el Valladolid. Va a ser difícil que tenga minutos.
Nolaskoain Centrocampista. La pasada campaña salió cedido al Amorebietay en la actual al Eibar.
Ander Capa Lateral. Renovó tras dos años y medio de negociaciones. De momento su rol es secundario.
Vesga Centrocampista. Desde que llegó Valverde su peso en el equipo es mucho mayor. Tiene nuevos galones.
Petxarromán Lateral. No ha logrado consolidarse en la primera plantilla. Está cedido en el Andorra.
Nunca son fáciles los trabajos de arquitectura en una plantilla, y menos en una como la del Athletic que apenas tiene opciones en el mercado para reforzarse o al menos apuntalar los puestos más débiles. Para Txingurri, además, existe una dificultad añadida. Conciliar los intereses del presente más rabioso con los del futuro, es decir, el plazo corto con el medio o largo, siempre es complicado en un fútbol como el actual en el que la exigencia de los resultados es implacable y conceptos como la paciencia quedaron desterrados hace años. Valverde, en fin, tendrá que lograr un equilibrio eficaz e inteligente a la hora de interpretar a la vez sus papeles como entrenador y hombre de club.
Echando un vistazo a los jugadores sobre los que tendrá que decidir más pronto que tarde, la casuística se presenta muy variada. Podríamos hablar de cuatro futbolistas estratégicos, indiscutibles en función de los criterios deportivos, cuya renovación se resolverá en un tira y afloja sobre las condiciones de sus contratos: Iñigo Martínez, Berenguer, Sancet y Nico Williams. También Muniain podría estar en esta lista reducida, pero en su caso no hay prisa. En primer lugar porque su propósito es ser un 'once club man' del Athletic -a estas alturas ya no hay riesgo de fuga- y en segundo porque habrá que ver cuál es su estado físico en 2024, cuando cumpla su decimosexta temporada en el Athletic.
Hablando de prisas, hay que fijarse primero en el grupo de 2023. Valverde tendrá que decidir sobre los tres veteranos de la plantilla, De Marcos, Balenziaga y Raúl García, cuya continuidad dependerá de lo que jueguen esta temporada y del recorrido futuro que les vea su entrenador. Por ahora sólo De Marcos es un fijo en las alineaciones. Y deberá decidir también sobre dos canteranos que, a estas alturas, todavía plantean la incógnita del melón sin abrir: Zarraga y Villalibre. También en este caso, como en el de los veteranos antes citados, habrá que ver cuál es su participación y su evolución. Si se mantiene la que han tenido hasta ahora puede que sean ellos los que decidan buscar otro lugar bajo el sol o quizás renovar para ser cedidos con una opción de compra. La de Lekue, por su parte, parece una renovación hecha dada la confianza que le está dando el técnico y su versatilidad por las dos bandas.
Con los de 2024 Valverde podrá hacer con más calma sus diagnósticos. En el caso de tipos curtidos como Berchiche, Herrera y Dani García, no hay que hacerse muchos líos: su rendimiento y estado físico decidirán. En realidad, esto puede decirse de todos, pero a partir de la treintena las incógnitas siempre aumentan en el fútbol. La renovación de Vesga habría que darla por descontada si mantiene su actual protagonismo y los cedidos (Nuñez, Petxarroman y Nolaskoain) lo tienen complicado para volver. Valverde no es de los entrenadores que tienen bruscos cambios de opinión sobre los futbolistas.
Y quedan Morcillo y Capa, dos interrogantes. El primero dijo el miércoles que se había ganado la confianza de Txingurri, todo un prodigio de 'wishful thinking' si se tiene en cuenta que sólo ha disputado treinta minutos repartidos en cinco partidos. En cuanto a Capa, habrá que ver cómo se resuelve el misterio que le envuelve. Sea como fuere, lo que está claro es que a Valverde le ha tocado ser el autor del Athletic del presente y del futuro.
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