Sin perder de vista la Liga

El preparador, que adelantó cambios en la alineación, necesarios refrescos, pidió no diferenciar entre competiciones. Su espíritu, su catecismo, incluye un claro mensaje. «No debe de costarnos (centrarnos en los partidos de Liga). Es la competición de la regularidad. Cuanto mejor nivel competitivo demostremos en el partido, da igual la competición que sea, nos hará más fuertes desde el punto de vista competitivo y mental. Queremos ganar cada partido, queremos ser mejores. Debemos pensar en ser nosotros mejores cada día. Seremos mejores si afrontamos cada partido con la misma mentalidad. Es competir para ser mejores y ganar».

Y eso supone doblegar al Valencia. Es verdad que, en el plano físico, los jugadores están tocados y solo han tenido 64 horas de descanso. Pero lo sucedido en el Benito Villamarín fue un tremendo arreón anímico, un «refuerzo» moral, por la forma en la que se consiguió la clasificación, con el empate que forzaba el tiempo extra cuando ya estaba todo perdido y en una tanda de penaltis en la que Unai Simón se colocó la capa de héroe.

No están para esta tarde ni Iker Muniain ni tampoco Asier Villalibre, caído en Sevilla. El entrenador no adelantó si llegarán a la semifinal contra el Levante y rechazó que sus lesiones se produzcan por una acumulación de cansancio. «No podemos jugar con el miedo. Cuantos más partidos juegas, tienes más riesgos de lesión. Pero nosotros intentamos analizar las cargas. No estamos incurriendo en riesgos. Estamos dosificando. Iker tuvo mala suerte, fue producto de un taconazo en un entrenamiento», defendió.

No se vestirán hoy. Y falta también el sancionado Raúl García, lo que deja a Iñaki Williams como único delantero puro. Y hubo varios futbolistas, leáse De Marcos y Yeray, que sufrieron diversos percances físicos en los cuartos de final producto de las horas de vuelo. Aún así, como recalca su técnico, el Athletic no renuncia a nada y quiere también ascender posiciones en la competición de la regularidad. «El único fin es intentar ganar. Porque nos colocaría en una buena situación, escalaríamos algunos lugares en la tabla posiblemente, nos alejaríamos más de abajo y nos acercaríamos más arriba. Partido de grandes alicientes», aseguró. De momento, Europa está a ocho puntos y no queda otra que pegar un estirón.

Arriba, la opción más probable es que Sancet sea el elegido para acompañar a Williams. Es un ataque inédito, todavía no empleado, pero poco más le queda para seleccionar al preparador asturiano. Entre las posibilidades de refresco, la entrada de Núñez, por ejemplo, en el centro de la defensa por Yeray, en el núcleo del equipo la vuelta a la titularidad de Vencedor tras descansar de inicio en Sevilla, o el regreso al once de Unai López. También puede entrar Morcillo por la izquierda para que Berenguer pase a la derecha, una posición en la que el navarro no se termina de encontrar. Zarraga surge en la convocatoria, ya con Balenziaga, de 20 profesionales y aunque lo sopesó, el técnico no incluyó a ningún cachorro. «Jugaron 90 minutos en un campo con gran exigencia», explicó el preparador sobre la ausencia, por ejemplo, de Nico Williams, titular ayer en Amorebieta.

Enfrente, estará un Valencia que no ha perdido en sus tres últimas visitas a San Mamés: dos empates, y una victoria, ésta en 2019, la que supuso la primera derrota de la pasada campaña para el Athletic. Es cierto que los ché ya no son aquella escuadra que provocaba un miedo atroz con solo nombrarla -se planta en Bilbao con un punto menos que el Athletic-, pero dispone de futbolistas de envergadura como Wass, Guedes, Soler, Máxi Gómez y Gayà, y llega animada después de tumbar al Elche hace una semana. «Nos va a exigir al máximo», concedió Marcelino.