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Se presentaba el último test ante el Stuttgart, un equipo Champions, como una buena prueba para que el Athletic comprobara de qué pasta está hecho. Pero a cinco días de que la temporada suba el telón contra el Getafe, Ernesto Valverde decidió alinear a diez ... suplentes más Padilla, su portero de urgencia ante las bajas de Simón y Agirrezabala. El resultado, una sonora goleada que ni siquiera los titulares pudieron frenar. El chaparrón que cayó en el MHPArena fue el triste borrón a una pretemporada irregular con tres victorias y cuatro derrotas, marcada por la fragilidad defensiva –14 goles en 7 partidos– y el poco colmillo –solo ocho a favor–, pero sobre todo por el carrusel de bajas que ha impedido a Txingurri contar con todos sus efectivos y obtener conclusiones sólidas antes de medirse el jueves (19 horas) al Getafe.
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Los datos, y en muchas ocasiones las sensaciones, no han acompañado a los rojiblancos este verano. Comenzó con una derrota el 20 de julio en El Plantío ante un Segunda como el Burgos, cuando un grosero error de Yuri no corregido por Padilla permitió al cuadro castellano-leonés adelantarse al primer minuto. Martón acortó distancias ya con 2-0 en el marcador en un duelo pobre para la tropa bilbaína, que se repuso cuatro días después frente a otro equipo de plata como el Racing. Iñaki Williams y el cachorro Peio Canales pusieron los goles en Lasesarre, donde la versión zurigorri fue mucho mejor.
Llegó la salida a Lisboa y el Sporting aplastó al Athletic sin piedad. Aquel día 27 la escuadra de Valverde no jugó mal, pero los portugueses, más rodados, no perdonaron las que tuvieron. Mucho peor estuvo el bloque vizcaíno el 1 de agosto en Las Llanas pese a vencer por la mínima al Eibar gracias a un churrigol de Djaló. Solo dos días después, en su único duelo ante un equipo de la Liga, venció 2-1 a Osasuna en un verdadero ejercicio de cara a la competición. Un once muy reconocible derrotó al cuadro navarro para llevarse la Euskal Herria Txapela en Barakaldo.
Los dos últimos compromisos veraniegos ante dos equipos que disputarán la máxima competición continental acabaron con siete goles encajados, la mitad del total, y una evidente fragilidad defensiva que urge corregir de cara a la visita de los de Bordalás. El Aston Villa de Emery anotó el 7 de agosto tres pero bien pudo ser una manita porque le anularon dos. Yeray y Guruzeta vieron puerta. Y el Stuttgart subcampeón de Bundesliga aplastó este domingo a un equipo sin alma que no creó nada.
Valverde no puede obtener conclusiones claras porque no ha podido contar en ningún partido con sus dos porteros, ambos lesionados. Tampoco con los campeones de Europa Nico ni Vivian, capitales en el esquema rojiblanco. El extremo navarro acortó sus vacaciones y puede ser titular frente al Getafe, mientras que el central vitoriano se incorporará mañana a los entrenamientos, a solo tres días del inicio. Tampoco ha estado Galarreta, que ya entrena con sus compañeros tras superar sus molestias musculares. Las lesiones también han apartado al capitán De Marcos y al fichaje Djaló, este último posible baja el jueves. También a otros actores secundarios como Vesga y Adu Ares.
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