Endika remata a puerta por encima de la defensa de la Real Sociedad aquel 31 de diciembre. M. a.

Aquel precedente de 1983

Athletic y Real Sociedad ya jugaron otro derbi en fin de año, con victoria rojiblanca en Atocha tras 22 años de malos resultados en Donosti

Jueves, 31 de diciembre 2020, 02:55

'En Atocha paso de campeón' y 'El Athletic recuperó la supremacía del fútbol vasco'. Con esta contundencia se pronunciaba este periódico en su portada y en la crónica interior de Paco Crespo tras el derbi que Real Sociedad y Athletic disputaron en Atocha un ... día como hoy de 1983. Hace 37 años txuri-urdines y rojiblancos también disputaron en fin de año el choque de máxima rivalidad local. Fue en San Sebastián, en el antiguo campo de los donostiarras. Hoy será en el nuevo San Mamés. La victoria visitante se logró gracias a un solitario gol de Estanis Argote en el minuto 14 de un fuerte lanzamiento de falta por manos de Gajate en la frontal del área. Para el periodista que firmaba la información, Arconada, que no jugó el partido al estar lesionado «no hubiese encajado ese gol». Bajo palos estaba Elduayen.

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Pero primero recordemos la situación en la que ambas plantillas llegaron a aquel derbi. Nada que ver con cómo están ahora ambos equipos. La Real, que había ganado los títulos en 1981 y 1982, había visto cómo el Athletic de Javier Clemente había levantado el trofeo de 1983 con aquel partido en Las Palmas. Veintisiete años después los rojiblancos volvían a llevarse la Liga. Los donostiarras no conseguían levantar cabeza desde el Mundial de España. El conjunto de Ormaetxea arrastraba muchos jugadores lesionados o en baja forma. No estaba Arconada, pero tampoco Kortabarria, Zubillaga, ni Satrústegui y Zamora no atravesaba por su mejor momento. Los guipuzcoanos, además, ocupaban los últimos puestos de la clasificación -eran decimocuartos en una competición con dieciocho clubes y sumaban 15 puntos en 16 jornadas (las victorias entonces daban dos puntos)-.

El equipo entrenado por Clemente había ganado la Liga y se encaminaba hacia el doblete de 1984

Los leones por su parte llegaban con la confianza del primer título, ocupaban la segunda plaza de la clasificación a un punto del Real Madrid y llevaban 12 encuentros de Liga sin conocer la derrota y solo habían encajado un gol en ocho compromisos entre la competición doméstica y la Copa. Eso sí, su fútbol era más efectivo y aguerrido que brillante. De hecho, la crónica de aquel partido subrayaba que los rojiblancos habían apostado desde el principio «por el triunfo» y habían ratificado «su imagen de equipo compacto y homogéneo, haciendo fútbol de entrega total, sencillo y directo, ilusión de novatos y desparpajo de campeones». Y añadía: «no era un Athletic de seda, pero ya saben que hay faenas para las que resulta más propio el percal». Quizá por eso el periodista tiraba de ironía. «No vimos fútbol de calidad suprema (le voy a pedir a los Reyes un partido de esos para recordar), pero para lo que se estila, el del Athletic era el más aceptable».

Urkiaga, Liceranzu y Endika

Mención especial tuvieron algunos jugadores rojiblancos. Destacaron Santi Urkiaga, que «secó» a López Ufarte «el cerebro blanquiazul»; Rocky Liceranzu, que «llegó a casi todos los balones a base de coraje, entrega y anticipación»; y un jovencísimo Endika -«¡Cómo lucha en cada balón!, destacaba el cronista-.

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Pero aquellos días no solo se habló de fútbol. La polémica en torno al partido estuvo fuera del terreno de juego. Se centró en la retransmisión de televisión. El derbi lo dio ETB después de unas intensas negociaciones entre los clubes y TVE, que en principio tenía los derechos. Atocha no se llenó, aunque presentó mejor asistencia de la esperada. La hora, decían la Prensa, no invitaba. Fue a las cuatro de la tarde.

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