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José Bordalás lleva cosida a su apellido la palabra polémica. La última, la que se produjo el miércoles en San Mamés, con esa 'entrada' de Carmona al terreno de juego para perder tiempo, la expulsión del preparador alicantino, el posterior rifirrafe en el campo y ... luego dialéctico con Iñaki Williams y, en menor medida, con Unai Simón. Y unos supuestos insultos del delantero del Athletic que el árbitro no recoge en el acta. Es, de momento, el último lío de un técnico que casi siempre está en el ojo del huracán. El de La Catedral es un episodio más de un historial nutrido de controversias de un técnico y un equipo que, casi siempre, van al límite.
La plantilla del Athletic y su afición pueden dar fe de ello. Cuando el preparador alicantino estaba en el Valencia y Marcelino en el banquillo rojiblanco, ya se vivieron episodios de tensión. En realidad, la relación entre ambos entrenadores ya era mala -tanganas incluidas en partidos entre el Getafe y el cuadro che del preparador asturiano-, y se reflejó en aquella semifinal de la Copa ganada por los valencianos. La escuadra vizcaína se quejó por las continuas pérdidas de tiempo, por el escaso juego efectivo que hubo, por la dureza de su fútbol y unos meses más tarde, en el partido de la Liga, un sector de la afición del Athletic insultó a Bordalás en una acción que provocó un duro comunicado del Valencia en el que lamentaba la «campaña de acoso y derribo» contra su entrenador.
No es la primera vez que su equipo -el Getafe volvió a hacerlo ayer con un comunicado en su web- o el propio técnico emplean esas palabras para referirse a su situación. «Creo que lo que hay en mi alrededor es una falta de respeto tremenda y lo que pido es respeto por parte de todos, jugadores, árbitros... Es un sinsentido». Lo dijo Bordalás en febrero de 2021 después de un par de partidos en los que el preparador apareció en la fotografía de la polémica.
Ocurrió contra la Real. Le expulsaron por «abandonar el área técnica, entrando en el terreno de juego, para encararse a un jugador del equipo adversario». El rival era Carlos Fernández, al que Bordalás pegó un manotazo para apartarle el dedo que le señalaba. El duelo fue caliente, con entradas al límite como una recibida por Illarramendi y también con un 'robo' del técnico a Ander Barrenetxea: invadió el campo y le puso el pie para quitarle el balón. A partir de ahí, la gresca.
Unas semanas antes también había visto una tarjeta roja. En esa ocasión, por encararse con Julen Lopetegui, que también fue expulsado. El detonante, una durísima entrada de Djené, uno de los miembros de su guardia pretoriana, sobre Ocampos. Se formó la mundial. El guipuzcoano fue al banquillo de Bordalás y le soltó «me cago en tu puta...». El alicantino reaccionó y...
Son varios los entrenadores que las han tenido tiesas con Bordalás. Uno de los últimos que se ha sumado al club es Xavi. En el encuentro que inauguró esta temporada en el Coliseum, el Barcelona empató a cero contra los azulones y el catalán se quejó, además del árbitro, del rudo desempeño del cuadro local, sus interrupciones... El alicantino contraatacó. «Es una gran falta de respeto justificar un empate con el juego del rival».
Jagoba Arrasate, un tipo tranquilo, también se 'encontró' con Bordalás. Todo empezó por un malentendido, por unas declaraciones del preparador vizcaíno sobre el tipo de juego del Getafe que el alicantino leyó a medias. En realidad, eran halago. Pero le llegó una parte y... «Es tener poca vergüenza atribuirnos a nosotros lo que hacen ellos», lanzó. De momento, San Mamés vivió el último capítulo. ¿Habrá más?
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