Cristian Ganea (Bistrita, Rumanía, 28 años) responde desde Grecia. Está en su habitación después de cenar con su nuevo equipo, el Aris, que le trajo a Salónica en una operación relámpago tras su rescisión de contrato con el Athletic. El lateral habla con nostalgia y ... admiración del club rojiblanco, en el que cumplió un sueño y no lo pudo vivir como le hubiera gustado. Aún así, solo encadena elogios cuando se le pregunta por los rojiblancos. «Jugar en el Athletic es la hostia».
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- Lleva solo unos días en Salónica. ¿Se pregunta por qué está allí y no en Bilbao?
- Pues sí. Todo ha pasado muy rápido. No me lo esperaba. Vino la oferta del Aris y no me lo pensé. Sabía mi situación en el Athletic. Hace semanas me comentaron que Gaizka (Garitano) no iba a contar conmigo y me puse en marcha para buscar equipo. Miramos en Segunda, porque no tiene sentido hacerlo en Primera si llevaba tanto tiempo sin jugar.
- Quería seguir en España.
- Así es, en Segunda. Pero fue difícil porque hay muchos jugadores, gente buena, y todo el mundo trata de quitar a futbolistas y no precisamente fichar.
- Llegó a un acuerdo con el Athletic para rescindir el año de contrato que le quedaba. Deja claro que fue el club el que tomó la iniciativa.
- Hablamos con ellos y nos dijeron que no iban a contar con mis servicios. Tanto el Athletic como mi representante se pusieron en marcha para buscarme equipo porque yo era muy pesado. No paraba de decirles que me encontraran un equipo y que no habría ningún problema para llegar a un acuerdo (resolver el contrato). Si no tenía equipo, no me iba a marchar. No quería seguir un año más así -sin jugar- porque me hundiría mentalmente.
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- Se despidió del club con una hermosa carta en la que agradecía los días pasados en el Athletic. ¿Si volviese atrás hubiera tomado la misma decisión? ¿Ficharía?
- Sí, sin duda. No le voy a decir que han sido los dos mejores años de mi vida, pero sí que ha sido el mejor aprendizaje de mi carrera. Ves cómo se trabaja al más alto nivel, cómo se hacen las cosas, la humildad con la que te trata la gente en el vestuario. Me quedo con lo bueno. Todo lo que he dicho en la carta son mis palabras. Me llevó varios días escribirlas porque quería trasladar lo que sentía. Me han ayudado con la traducción al euskera. Tenía que ponerlo así también en señal de respeto por la afición.
- Resulta evidente que no ha tenido ni una sola oportunidad desde que pisó Lezama. Cumplió un sueño, pero no pudo vivirlo. ¿Cómo lo ha llevado?
- Cuando fiché por el Athletic no se me pasaba por la cabeza que no iba a jugar cuatro, cinco, diez o 20 partidos. Tenía confianza. Confío mucho en mí y por eso me da rabia: Sé que hubiera podido triunfar en el Athletic. Lo sé. He entrenado con ellos, he visto partidos de Primera, los he vivido en algún momento y podía haber jugado. Lo que ocurre es que el futbolista no solo depende de sí mismo, sino también de situaciones, entrenadores...
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- Muchos detalles.
- Siempre he sido respetuoso y he entrenado a tope. He intentado poner buena cara porque soy así, no me sale hacerlo de otra manera. ¿Si me hubiera gustado que las cosas hubiesen salido de otra manera y quedarme en el Athletic toda la vida? Pues sí. No ha podido ser. Un jugador se tiene que buscar la vida porque la carrera del futbolista es corta.
familia trabajadora
- ¿Tanta invisibilidad le ha hecho dudar de sí mismo?
- He tenido temporadas en las que iba a entrenar y estaba enfadado, rayado, triste, apagado. Se me notaba. Pero la mayoría de las veces he intentado estar bien, poner buena cara, hacer mi entrenamiento. Se pasa mal y cuesta. Cuesta saber que todos los días estás fuera y que ni siquiera cuentas para los amistosos. Es duro saber que sales de Basauri a Lezama y que no cuentan contigo.
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- Jugó 70 minutos: en la Copa con el Huesca y en la Liga con el Levante. ¿A qué le supieron?
- Debuté contra el Huesca y estuve bien. Jugué unos 20 minutos. Me sentía cómodo y me encantó el momento. Se queda guardado para siempre. Y ante el Levante...
-... pasó de todo.
- Desde mi punto de vista hice un partido completo, de casi una hora. Tuve un mínimo fallo del que vino el gol de ellos, de rebote... El que entiende de fútbol se queda con las cosas buenas. Venía de seis o siete meses sin jugar en Primera. Estuve al nivel de mis compañeros. Luego se marchó Berizzo, que me tenía cariño.
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- Fue despedido.
- Al día siguiente. Se decía que venía Gaizka (Garitano) y me dije: 'Voy a entrenar a tope y darlo todo. Igual tengo más oportunidades'. Pasó justo lo contrario.
- Fue cedido al Numancia y lo hizo bien. Tampoco sirvió para que le dieran una oportunidad.
- Nada. Y le voy a decir una cosa: hay partidos de Segunda que son mucho más duros que en Primera. Ida y vuelta todo el rato, buen nivel. Jugué 17 partidos y me perdí dos por lesión. Volví a Lezama y nada, todo seguía igual.
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el aris, su equipo número 12
- El Aris es su decimosegundo equipo. Solo tiene 28 años.
- Ha estado en muchos, sí. Me he buscado la vida. Antes en Rumanía jugabas medio año y no te pagaban. Ahora se está mejor allí. Cuando algo te gusta mucho lo buscas, y yo por suerte lo he encontrado: el fútbol. Son muchos equipos, compañeros, cambios. El futbolista siempre tiene que tener la maleta hecha. No tengo una casa, tengo maletas. Habrá que comprar una furgoneta grande.
- ¿Qué le ha dicho su familia cuando les ha comentado que volvía a marcharse y que el Athletic ya era historia?
- Estaban tristes. Soy muy familiar. Cuesta irse, pero lo hago por mi bien. Me quedan un par de añitos y los tengo que aprovechar.
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- Le quedarán unos cuantos más.
- Cinco o seis. Pasan volando.
- Ellos siguen en Basauri.
- Sí, mis padres viven y trabajan allí. Se quieren quedar. Es su casa.
- Más de una vez se le ha visto ayudando en el restaurante familiar recogiendo platos.
- Es verdad. Cuando veo platos y vasos los cojo sin ningún tipo de vergüenza. He vivido momentos malos. En mi familia siempre nos hemos ayudado. Mi novia está en Bilbao y le echa una mano a mi madre en el restaurante. Somos gente trabajadora.
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- Siga.
- Un día, en el restaurante, un señor mayor me dijo: 'Cris, ¿qué haces tú aquí trabajando? Eres del Athletic'. Joder, a mí no me importa hacerlo. Estoy ayudando a mi familia y no pasa nada por coger un plato.
- No todos los futbolistas viven en las estrellas.
- No. No cambiaré por tener más o menos dinero.
- ¿Qué pensó cuando supo que seis de sus compañeros dieron positivo por la Covid-19?
- Estaba pendiente de firmar por el Aris. También aguardaba los resultados de las pruebas y no quería un positivo. Ellos tenían prisa y me hubiera trastocado los planes. Por suerte di negativo.
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- Cuando le pregunten los griegos por el Athletic, por su filosofía, por su forma de ser y competir, ¿qué les dirá?
- Que el Athletic es una familia. Es el mejor club en el que puedes estar porque tiene todo. El trato de la gente, los médicos, del club, los aficionados... Como en el Athletic no se está en ningún sitio. Lo tenemos todo. Es una suerte estar allí.
- Pese a todo, ¿el Athletic ha merecido la pena?
- Por supuesto. Aprendes cosas, sientes orgullo por pertenecer a un equipo del que eres desde pequeño. Todos los niños quieren jugar en el Athletic. Soy uno más. ¿Sabe qué? Jugar en el Athletic es la hostia.
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