Una parte de la directiva del Athletic comienza a dudar del entrenador

Se trata, por ahora, de un sector minoritario en el gobierno del club, pero que, según las fuentes consultadas, no esconde sus críticas hacia el técnico de Derio. Creen que el entrenador hizo un magnífico trabajo cuando cogió el equipo a finales de 2018, lo sacó de los puestos de descenso tras la destitución de Berizzo y lo llevó a pelear por la clasificación europea hasta la última jornada. Pero entienden que su proyecto está agotado, que el equipo no transmite nada a los aficionados y que solo la clasificación in extremis para la final de Copa posibilitó que firmara su renovación. De no haber sido por aquella galopada finalizada en gol por Yuri Berchiche en el minuto 81 de la semifinal disputada en Los Cármenes, el entrenador de Derio, aseguran, sería historia del Athletic. Argumentan, además, que el juego del equipo es muy pobre y que solo se pone en práctica un único sistema en el que el derroche físico se impone a la calidad futbolística.

El sector crítico con Garitano choca con el presidente, Aitor Elizegi, y su núcleo de confianza. El máximo responsable de Ibaigane mantiene su confianza en el técnico y cree que es pronto para ponerle en la picota. Entiende que cuatro jornadas en las que se han cosechado una victoria y tres derrotas no son suficientes para que el nerviosismo se apodere de toda la situación. Considera que el arranque de la temporada ha sido muy raro, condicionado por los seis jugadores que dieron positivo por coronavirus y que apenas tuvieron tiempo de realizar la pretemporada. Están confiados en que el nuevo parón por los partidos de España darán al entrenador dos semanas para acabar de pulir la forma física de los jugadores que comenzaron más tarde y de acoplar a Álex Berenguer. Un análisis que también suscribe el director deportivo, Rafa Alkorta.

Además, en la mayoría de la directiva se ha instaurado la creencia de que hay que tratar de apaciguar cualquier nerviosismo y duda con un único objetivo: mantener la paz institucional tanto dentro como fuera del vestuario porque están convencidos de que solo así se podrá ganar la final de la Copa del Rey y sumar un triunfo a las vitrinas del club 34 años después.