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El edificio del primer equipo del Athletic en Lezama se retrasa. El proyecto de infraestructura más importante de la directiva de Aitor Elizegi, presidente rojiblanco, ha quedado detenido desde que hoy ha entrado en vigor el Real Decreto sobre medidas de ámbito laboral en el que, entre otros muchos sectores, se detiene la actividad de la construcción.
El parón decretado es de quince días, pero es probable que se aumente más si el coronavirus sigue con su expansión devastadora. La idea era inaugurarlo a finales de año. Ahora la previsión más lógica es esperar hasta 2021.
El frenazo a las obras del edificio del primer equipo afecta también al proyecto de crear una residencia para 60 jugadores canteranos de ambos sexos en Lezama. Esta se instalará en el inmueble que ahora utiliza la plantilla de Gaizka Garitano. Por tanto, es necesario que salgan antes los profesionales.
«Es un proyecto necesario que el primer equipo tenga un edificio propio para ellos y además el club necesita que nuestra residencia esté en Lezama. Es importante para nosotros que los canteranos y canteranas de 15 a 18 años estén aquí, en el corazón de Lezama. Vivimos de la cantera y es fundamental tener una residencia propia y muy cercana«, dijo Rafa Alkorta, el director deportivo rojiblanco, en una entrevista con este periódico.
Las obras del nuevo edificio de Lezama se iniciaron el pasado 2 de septiembre. «La ejecución de las obras durará 14 meses, con lo que se espera que la mudanza se produzca a finales del año 2020», dijo en la última asamblea de compromisarios del Athletic el directivo Jorge Gómez.
El edificio del primer equipo estaba incluido en el Plan Director de Lezama de la anterior junta directiva. El proyecto ya sufrió un considerable parón cuando el Tribunal Superior del País Vasco tumbó en febrero de 2018 el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de 2015 de Lezama, sentencia ratificada en noviembre de 2019 por el Tribunal Supremo.
A la actual junta directiva se le presentaban dos opciones: esperar a un nuevo POUG, algo que supondría un retraso mínimo de tres años, o acomodar el proyecto a las Normas Subsidiarias vigentes de 1998. Esto es lo que hizo el club.
El nuevo edificio incluye cuatro piscinas, dos saunas, una zona de crioterapia, gimnasio, polideportivo, sala de juegos, comedor y amplias terrazas. La infraestructura tendrá 3.956 metros cuadrados de superficie construida, 2.220 bajo rasante y 1.736 sobre ella. Así se indica en el proyecto de obra aprobado a LKS Ingeniería por el Ayuntamiento de Lezama que adelantó EL CORREO en octubre de 2019.
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