Restaurantes, aceites, clínicas estéticas... Los otros negocios de los exjugadores del Athletic

Muchos habían perdido la pista de Fran Yeste desde que se retiró. Conocido por sus dotes en el césped y su carácter extrovertido fuera de él, el basauritarra no se ha dormido en los laureles y, tras probar suerte como entrenador -dirigió al Eldense y al Arenas Juvenil-, se ha convertido en empresario. Tiene una marca que se llama '10 by Fran Yeste' y que comercializa «aceite de oliva virgen extra ultra premium». Una botella de medio litro cuesta la nada despreciable cantidad de 35 euros. Proviene de olivares de la Sierra de Andújar y está hecho con «mimo y cuidado».

Yeste no es el único que ha decidido invertir en negocios alejados de lo deportivo. Otro claro ejemplo es Aitor Ocio. El vitoriano anunció su retirada en 2012 y el mismo día que lo hizo abrió su primer negocio. Se trata de la Clínica Henao, en Bilbao, un reputado centro estético por el que pasan muchas caras conocidas de la ciudad, pero al que también se acerca la presentadora Paula Vázquez para dejarse asesorar. Vázquez es una gran amiga del exjugador rojiblanco, que también ha sabido cultivar su faceta de relaciones públicas.

Al centro de estética, le sumó después un centro de entrenamiento personal como complemento, que denominó 'HeFit' y que pasó a adquirir vida propia con otro establecimiento en Vitoria y un tercero en la Torre Iberdrola de la capital vizcaína, donde da servicio a los empleados de la eléctrica tras ganar un concurso. Más tarde, abrió un spa de masajes balineses denominado 'S'Thai'. Invirtió en él después de conocerlo por invitación. También participa como inversor en un grupo promotor inmobiliario sevillano Grupo ABU, y es imagen de varias marcas de moda y de entrenamiento personal.

Julen Guerrero sigue vinculado al fútbol como entrenador. La perla de Portugalete pasó los cursos necesarios para convertirse en técnico y ahora dirige a la Selección sub-17. También es periodista: se sacó la carrera mientras jugaba en San Mamés y colabora con diferentes medios, entre ellos EL CORREO. Además, da conferencias allí donde le llaman porque es un hombre con discurso y capacidades.

También tiene un txakoli con su nombre que se elabora con las uvas procedentes de viñedos propios, tal y como se asegura en la web. La bodega fue fundada por un grupo de viticultores en 2011 en Lezama y tiene asociado un restaurante con el mismo nombre. Se trata de un caldo amparado por la denominación Bizkaiko Txakolina, por lo que cumple con todos los estándares necesarios. Una caja de 6 botellas cuesta 60 euros en la propia web del jugador, donde también tiene a la venta mascarillas.

Koikili Lertxundi se retiró en 2014. Ese mismo año, el 4 de diciembre, abrió Koikili Aterpetxea, un coqueto alojamiento en las faldas del Gorbea. Es el «sueño» de toda la familia Lertxundi y, según algunos clientes, por allí se puede ver al exjugador de vez en cuando y no solo para comprobar que todo va bien, también para arrimar el hombro. A través de este negocio, los Lertxundi quieren compartir con sus huéspedes «la cultura vasca, su amor a la naturaleza y la vida 'slow'». Tiene habitaciones compartidas, familiares y privadas, y está situado en un precioso enclave natural. En Booking, los que han pasado por allí le dan una nota media superior al 9 y destacan sus desayunos y el trato. Los precios, además, son muy competitivos: desde 19 hasta 135 euros, en función de las modalidades.

El otxandiarra tiene un perfil multidisciplinar. Se licenció en Historia por la Universidad del País Vasco y fue campeón en lucha grecorromana. Durante su etapa de lateral en el Athletic también hizo sus pinitos en el mundo empresarial y fue socio de una consultoría de recursos humanos llamada Gestión del Conocimiento Itzarri. Un trabajo que, sin duda, le habrá servido a la hora de gestionar su hotel. En la actualidad es candidato a la presidencia de la Federación Vasca de Fútbol en unas elecciones que se celebrarán en marzo.

Kike Sola se formó en las categorías inferiores del Athletic, de donde marchó a buscar fortuna y a donde volvió en 2013 ya como un jugador hecho y derecho. Firmó por cinco temporadas procedente de Osasuna pero no acabó de triunfar con la camiseta rojiblanca. Se retiró en 2018 y desde entonces se ha labrado una carrera como instagramer. Le apodan el influencer del vino porque desde su cuenta no se cansa de hablar de los buenos caldos y de dar consejos para disfrutarlos. «Solo quiero transmitir lo que siento, que me pregunten, interactuar», dice. Pero lo cierto es que todo ello le ha valido también que le hayan escogido como embajador de algunos proyectos lanzados desde el mismísmo Consejo Regulador de Rioja. Y los que saben también elogian su manera de transmitir. En 2018 se le situaba en el top 10 mundial de 'influencers' de esta rama. Tiene 34.500 seguidores y ellos también le sirvieron para convertirse poco después de 'jubilarse' en imagen de firmas de moda, entre ellas, de una de calcetines: la navarra Karl Friedrich.

La hostelería es uno de los campos en los que muchos exdeportistas ponen su mirada cuando se 'jubilan'. Asier del Horno ha sido uno de ellos, aunque para él no es nuevo puesto que sus padres regentaban el bar del frontón de Gallarta cuando él era pequeño. El vizcaíno montó un negocio en su pueblo junto a Fran Yeste, con el que coincidió en San Mamés y donde se convirtieron en grandes amigos. Después de colgar las botas, también ha recuperado su afición por la pelota. De pequeño ya le gustaba, aunque a los 12 años acabó decidiéndose por el fútbol. Una vez retirado, ha vuelto a los frontones como amateur.

El navarro Ismael Urzaiz dejó de jugar al fútbol pero nunca ha abandonado los terrenos de juegos. Ahora es representante de jugadores. Entre ellos, de Zarraga, el cachorro que acaba de subir al primer equipo. Sin embargo, si algo es llamativo en su personalidad es su amor por el arte, literal. Empezó a comprar obras dejándose asesorar por quienes sabían más que él cuando se instaló en Bilbao y ya tiene una buena colección de, sobre todo, pinturas y esculturas.

Edu Alonso se formó en Lezama y jugó en varios equipos de fuera hasta que regresó a la disciplina rojiblanca con Luis Fernández. Fue un jugador de rotación. Cuando el de Tarifa acabó su etapa en el banquillo, Alonso también lo hizo. Fue un paso fugaz, pero su experiencia en cambios y mudanzas han forjado un carácter que le ha servido de mucho en su etapa como exjugador. Ahora, es representante en el norte de España de la marca Erreá, una firma deportiva italiana, con sede en Parma. No está solo en esta tarea, le acompaña su compañero Jon Pérez 'Bolo' que, además, es entrenador titulado y actualmente dirige a la Ponferradina, a la que consiguió ascender a Segunda.

Mikel San José no ha esperado a dejar el fútbol para invertir en su futuro fuera de los campos. El ahora jugador del Birmingham se asoció con otro colega de profesión, Asier Illarramendi, para montar un bar de pintxos en Madrid. El tercer socio era un empresario del sector, Eduardo Alonso. Se llamaba 'La chimenea 'y abrió sus puertas en 2015 en la calle Orense. Su lema era tradición y vanguardia. En 2018 echó la persiana de manera definitiva.

Otro que no ha esperado convertirse en exjugador para labrarse una jubilación soñada es Ibai Gómez. El de Santutxu, al que se le dan muy bien las redes sociales y las relaciones públicas, es un apasionado de la comida saludable y por eso es socio del restaurante madrileño 'Naked&Sated' junto a otro futbolista, Marcos Llorente. Quien está al frente de los fogones es Roberto Bosquet, cocinero «autodidacta», bombero y triatleta que triunfa en las redes sociales con sus recetas 'fit'. ¿Las más populares? Lo dónuts con todo tipo de 'toppings'. En este restaurante abogan por la comida 'real', de temporada, fresca y «sin remordimientos». Y, además, hay un cuarto socio: el empresario Marino Cid.