Encuentro trampa por cansancio y rotaciones

Por un lado, la inmensa mayoría parece que prefería al Mallorca del vasco Aguirre por aquello de ser el conjunto con menos nombre y peor clasificado en la competición de la regularidad pero que dejó fuera al equipo revelación de la liga como es el Girona de Míchel. Y no de cualquier manera. Le endosó 3 goles en 35 minutos y pasó de ronda con un 3-2 final.

Por otro lado, estaba la Real Sociedad de Imanol. En este caso, hay una parte que no le quiere ver ni en pintura. Otra le hubiera gustado eliminarle a doble partido en San Mamés y otra tenía afán de revancha y apostaba por volver a encontrarse en la final.

El bombo ha querido que el rival del Athletic sea el Atlético de Madrid del Cholo Simeone. Lo cierto, es que en estos momentos la sensación -por el rendimiento que están ofreciendo- es que los de Ernesto Valverde están por encima de cualquiera de los otros tres semifinalistas de Copa. Prueba de ello, es que tanto Real Sociedad como Atlético han caído en La Catedral ante un Athletic que se ha mostrado muy superior en ambos enfrentamientos.

Aunque las últimas experiencias jugando el partido de vuelta en San Mamés ante Valencia y Osasuna no han sido buenas, estoy convencido que en esta ocasión a la tercera va la vencida y La Catedral va a ser fundamental de cara a vivir una noche mágica que nos lleve a una nueva final.

De todos modos, Valverde ha dejado claro que es momento de aparcar la euforia copera para centrarnos en la Liga. Y debemos hacerle caso. Porque la semifinal no debe borrar la gran trayectoria de un equipo que está peleando por otro gran premio como es la Champions. Y hoy afrontamos un encuentro trampa. Después del subidón y del enorme esfuerzo realizado ante el Barça llega un equipo que pelea por la permanencia y envuelto en mil dudas tras el cambio de entrenador.

Pero eso es precisamente lo que le hace peligroso para el Athletic. El estímulo que pueda aportar la llegada de Pellegrino, unido al cansancio rojiblanco, puede ser un riesgo que los leones no deben incrementar con despistes en el Nuevo Mirandilla. El Cádiz se juega la vida y seguro que se lo hará ver a su rival desde el primer minuto de partido.

Valverde, con rotaciones obligado por las lesiones y por la paliza del miércoles ante el Barça, seguro que advierte a sus jugadores para no caer en la relajación. Tras la derrota ante el Valencia en Mestalla hay que reaccionar para mantenerse en esa zona privilegiada de la Liga en la que se encuentra instalado el equipo.