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Uno de los principales focos de interés previos al viaje de este sábado a Alemania tenía que ver con la relación de nombres que facilitaría Ernesto Valverde antes de que el Athletic se subiera al avión rumbo a Düsseldorf. Al final fue una lista amable ... e integradora en la que solo hubo una ausencia significativa: la de Unai Nuñez. El central no estaba entre los 31 citados por Txingurri, quien optó por llevarse a todo el mundo para disputar la Copa de las Tradiciones de Duisburgo -los bilbaínos abren el torneo con el Borussia Mönchengladbach (17h) y lo cierran con el conjunto local (18h) - y la concentración en Harsewinkel. Habrá que esperar por tanto al regreso de Alemania para terminar de perfilar la plantilla con la que Ernesto Valverde afrontará la temporada.
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La expedición rojiblanca salió del aeropuerto de Loiu a las cinco y media de la tarde en un vuelo chárter y poco después de las siete aterrizó en Düsseldorf, ciudad situada a media hora de autobús de Duisburgo. Entre los 31 elegidos también estaban los meritorios Álex Padilla -Valverde se llevó a cuatro porteros-, Paredes, el central que llenará el hueco de Nuñez, Malcom y Luis Bilbao.
A bordo del avión estaba también el presidente del Athletic, Jon Uriarte. Quiso acompañar al equipo y presenciar el triangular, aunque su intención es regresar cuanto antes a Bilbao. Evita ser invasivo y prefiere dejar toda la libertad del mundo a Valverde. Durante su breve estancia en Alemania, según avanzaron varios futbolistas en los últimos días, tiene previsto mantener una reunión con la plantilla en la que se esbozará un marco de actuación en el que quedarán plasmados los objetivos de cara a la campaña 2022-2023. Solo será una primera toma de contacto que servirá para asentar las bases del crecimiento deportivo.
El caso es que el Athletic comienza su rodaje en tierras alemanas en un torneo en el que se verá las caras con dos rivales de distintas categorías. El Borussia Mönchengladbach luce el sello de la Bundesliga, mientras que el Duisburgo repetirá por tercera temporada consecutiva en la división de bronce del fútbol germano. Dos piedras de toque de diferente tamaño que examinarán el perfil renovador de la tropa de Txingurri, todavía inmadura y con las piernas pesadas por el trabajo acumulado en Lezama.
Tras 17 entrenamientos en la ciudad deportiva, ahora arranca una etapa en la que irá ganando peso la puesta a punto futbolística, la relación con el balón y los adversarios. Porque ese es el objetivo fundamental del equipo, volver a casa mejor de lo que se fue y con los automatismos ya ensayados.
En el Schauinsland-Reisen-Arena, los rojiblancos abrirán su participación en la Copa de las Tradiciones ante el Gladbach. En teoría, irán de más a menos, de una mayor cota de dificultad a una más baja, que se le presupone al Duisburgo, decimoquinto clasificado el año pasado en Tercera. Al tratarse de un triangular, el formato consta de dos tiempos de 45 minutos contra cada uno de los rivales, que se encargarán de inaugurar el torneo.
La lógica dice que Valverde confeccionará dos onces distintos de cara a ambos choques. Será la primera vez en casi dos semanas que verá competir a su equipo de verdad y desarrollar el fútbol que tiene en su cabeza, que de acuerdo con la percepción de Óscar de Marcos será «más ofensivo» que en la anterior etapa de Txingurri. El campo de las cebras esbozará los contornos de una criatura que aún está en fase de crecimiento.
Será interesante analizar las primeras alineaciones del técnico de Viandar de la Vera. Intuir su defensa titular, el centro del campo y un ataque en el que encajar piezas como las de Muniain, Berenguer, Sancet, Nico Williams, Raúl García, Iñaki Williams y Villalibre, entre otros, este último el único nueve puro que tiene el Athletic y que pide a gritos una oportunidad sostenida en el tiempo.
Con un 4-3-3, sistema preferido de Valverde, que a veces se transforma en un 4-2-3-1, el equipo tratará de olvidar el innegociable 4-4-2 de Marcelino y crecer a partir de otros esquemas. Pasar una semana en Alemania y jugar cuatro amistosos ayudará a asentar conceptos y conocer las intenciones de un entrenador que ha venido para meter a los rojiblancos en Europa tras cinco campañas lejos del escenario continental. Este domingo, en Duisburgo, pondrá la primera piedra de un camino que debe traspasar fronteras y devolver al Athletic al escaparate internacional.
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