Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Javier Muñoz
Sábado, 20 de mayo 2017, 00:19
«Y el triunfo llegó claro, indiscutible, apoteósico». La prensa le puso épica a la primera victoria del Athletic en el Vicente Calderón, un estadio que este domingo visita por última vez -el Atlético de Madrid estrenará campo la próxima temporada- y en el que ... se juega una plaza para la Europa League. Aquel 4 de junio de 1967 los de Gainza arrancaron un 0-2 en cuartos de final de la Copa. Un resultado del que dentro de unos días se va cumplir medio siglo y que bastó a los leones para pasar de ronda tras el posterior empate a uno en la Catedral.
Tuvo cierto relieve el encuentro de ida, y no especialmente por la efeméride, esos 50 años del zarpazo que infligieron a los colchoneros los Iribar, Orue, Uriarte, Larrauri, Zorriketa, Arieta II, Argoitia (que hizo los dos goles) y compañía. El suyo fue un triunfo de mérito porque el Atlético de Madrid (Luis, Griffa, Adelardo, Glaría, Ufarte, Rivilla) era el club de moda, el aspirante al título copero, y nadie esperaba que le pudieran sorprender en el nuevo estadio, estrenado en octubre de 1966.
Pero el partido se torció para los locales cuando Argoitia marcó casi al inicio y a continuación resistió. «Al principio -relató el periodista-, fue grata sorpresa, para ir convirtiéndose luego en remota esperanza, y a medida que transcurrían los minutos, en corazonada del éxito que iban a lograr los blanquiazules (el Athletic vestía la equipación de visitante), y que iba a convertirse en verdadera explosión de júbilo de la hinchada».
Los bilbaínos exhibieron lo que al Calderón le pareció «un juego destructor, cerrojeando de lo lindo y amontonando obstáculos ante su adversario». No era para enorgullecerse, pero el resultado también confirmaba la «inteligencia» y «solidez» de un equipo que el año anterior había llegado a la final copera para caer ante el Zaragoza. Esta vez dejaría en la cuneta, además de los colchoneros, al Barcelona en semifinales, aunque volvió a doblar la rodilla el 2 de julio de 1967 en la final contra el Valencia (2-1 en el Bernabéu).
Susceptibilidades heridas
Al menos, el 0-2 del Calderón en cuartos lo pudieron disfrutar los bilbaínos. La víspera del partido, el entrenador del Atlético, el brasileño Otto Gloria, había herido susceptibilidades al mostrarse confiado respecto al Athletic; en exceso, como se demostró después. «El Bilbao (sic) nos pagará la del año pasado. Tenemos equipo de campeones», proclamó. Todavía escocía la eliminación del Atlético por los leones en la Copa del año anterior, también en cuartos de final.
Pero la venganza colchonera no se materializó. El Atlético recibió un inopinado castigo. Y en una jornada desangelada en Madrid que obligó a encender la calefacción en los vestuarios a pesar de ser junio. Pero el frío no se atenuó entre los colchoneros, sino lo contrario «cuando Argoitia volvió a batir a San Román por segunda vez (minuto 75), sentenciando, o poco menos, la eliminatoria».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.