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R. BASIC / J. TIRADO
Miércoles, 7 de septiembre 2016, 23:06
Hubo un momento en el que lo intuían pero no sabían lo que iba a pasar. ¿Saldrá uno? ¿Se quedarán los tres? Y si sale uno, ¿quién sería? ¿Tú, él, yo? No lo sabían. Trabajaban esperando, atentos a las señales, que estaban por todas partes. ... Entonces Ernesto Valverde habló con ellos y les dijo que contaba con los tres, que tendrían sus minutos y la correspondiente dosis de protagonismo. ¿Cuánta? Tampoco lo saben ahora. Viven al día, pendientes de la convocartoria. «Es una faena», comenta divertido Iago Herrerín, quien junto a Gorka Iraizoz y Kepa Arrizabalaga lucha por un sitio bajo los palos. «Entrenas, no sabes nada hasta el día del partido y mentalmente hay momentos en los que te desgastas», confiesa, aunque añade enseguida: «Pero también te motivas porque el míster abrirá las puertas de la Liga, Europa y Copa. Es listo porque sabe que los tres podemos competir bien y está tranquilo».
Justo lo que ellos no tienen, la certeza de que sus nombres estarán en la próxima lista. Al menos así lo afirma Herrerín, quien desvela que Valverde no les ha detallado la fórmula de la alternancia. El método. «No sabemos lo que va a pasar, no nos ha dicho nada. Bueno, sí, que estaremos los tres y que competiremos los tres». Hasta ahí, sin desplegar el calendario de las actuaciones. Antes era más sencillo: iban los dos porteros y, sin ir más lejos, el año pasado uno jugaba la Liga y otro Europa y Copa. Todo claro y definido. Ahora la situación ha cambiado, el dúo se ha convertido en trío. E Iraizoz va en cabeza. Fue titular tanto en Gijón como contra el Barcelona, pero nadie baja la guardia. Ni el escapado ni los perseguidores. Dientes apretados y mirada fija. «Ha empezado Gorka e igual dentro de un mes o mes y medio no está compitiendo, sino que lo hacemos Kepa o yo. Es una manera de tenernos en alerta», argumenta Herrerín sobre la decisión del técnico de quedarse con los tres guardametas. «Ahora no hay uno, sino dos porteros que te pueden pasar los lados», advierte.
El bilbaíno reconoce que esta situación no es la habitual, pero tampoco se sorprende al verse todos los días junto a Iraizoz y Kepa en Lezama. «Hay buen rollo. Tanto antes cuando estaban solo dos como ahora. Venimos a hacer lo nuestro y a trabajar lo mejor que podemos. Es algo nuevo, pero los grandes equipos tienen tres porteros. La temporada es larga, hay tres competiciones y si se produce alguna lesión o cualquier otra cosa podrías quedarse cojo si no dispusieras de otro guardameta». Y jamás bajan el pistón. «Intentamos ser los mejores porque cada uno quiere jugar lo máximo posible. Hacemos nuestro trabajo y el que decide es el míster, no tiene por qué haber mal rollo», sostiene.
A Ernesto Valverde le gusta mucho hablar a solas con sus jugadores. A veces son solo chispazos, un par de instrucciones y a correr, y otras en las que la conversación se alarga. Ayer fueron más bien breves sus charlas con Iago Herrerín y Laporte, elegidos para un aparte con él. Nada más terminar el entrenamiento, el técnico reclamó la presencia del portero. Estuvieron al margen del grupo un par de minutos y luego llegó el turno del francés. Con él pasó algo más de tiempo Txingurri, quien quiso repasar algunos aspectos del juego con el defensa galo. Como suele ser habitual, el entrenador rojiblanco gesticulaba y señalaba hacia diferentes zonas del campo, y el central también participaba en la recreación de alguna acción concreta. No tardaron en aclararlo.
Herrerín busca el lado positivo de la superpoblación de arqueros en la portería del Athletic. Lo localiza en la competitividad que redunda en el benefico del equipo. Entiende que la apuesta de Valverde les obliga a estar siempre alerta y a un nivel óptimo que les permita rayar a un nivel altísimo. «Para nosotros esto es una forma de motivarnos y de saber que cada día debemos apretar». Cuando se le pregunta por Kepa, el último en llegar, se relaja y le cubre de elogios. «Me encanta, siempre lo he dicho. Tiene todo. Un portero se mide en competición, pero le veo entrenarse y me da tranquilidad y seguridad. Hemos hablado mucho y le he comentado que la diferencia entre Primera y Segunda es la velocidad de juego, la calidad que hay a balón parado. Eso es lo que más le podría costar a la hora de adaptarse, pero en cuanto a lo demás tiene todas las condiciones del mundo y cuando juegue lo hará genial».
«Dejar los fantasmas atrás»
Lo más inmediato es el partido del domingo contra el Deportivo habrá que esperar hasta el sábado para saber qué pareja de guardametas viajará a La Coruña y Iago Herrerín señala que «hay que sumar cuanto antes» para corregir el rumbo que nació torcido en la Liga. «Al principio es importante sacar una victoria. Estamos en la jornada tres y tenemos que ganar sí o sí. No estamos preocupados, el año pasado estábamos peor a estas alturas del calendario, pero necesitamos vencer y dejar los fantasmas atrás, ver que vamos hacia arriba», argumenta.
Riazor es un campo que se resiste al Athletic y en el que los rojiblancos acumulan diez años y siete visitas sin conocer el triunfo. El portero bilbaíno sonríe cuando se le presentan estos números. «También llevábamos mucho tiempo sin perder en Gijón, y mira. Como suele decirse, las estadísticas están para romperlas y a eso vamos».
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