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Iñigo Crespo
Martes, 17 de mayo 2016, 16:36
Los discursos de Carlos Gurpegui y Sabino Padilla coinciden en que el desenlace habría sido diferente si el responsable médico del Athletic en aquel fatídico 1 de septiembre de 2002 hubiera sido otro. Ese día, en el que el futbolista fue castigado con dureza y ... el doctor quedó señalado, supuso un punto de inflexión en la carrera de ambos. Gurpegui ha conseguido la redención por parte de gran parte del mundo del fútbol y, por supuesto, de su afición, que le apoyó desde el primer momento. Padilla, mientras tanto, hizo un breve intento de regresar al ciclismo, donde adquirió notoriedad mundial, pero ha encontrado acomodo en la investigación médica.
El equipo Benfica, de categoría Continental, incorporó en su organigrama al que fuera la máxima autoridad de los servicios médicos del Athletic durante 12 años por su brillante pasado junto a Miguel Induráin (1991-1995). Padilla, sin embargo, quedó lejos de recobrar aquel protagonismo, perseguido desde el positivo de Gurpegui y la destitución por parte de Fernando García Macua cuando este llegó a Ibaigane en verano de 2007. El médico, que fuera del deporte mantenía un gran nombre por su pasado, se incorporó a finales de 2008 como asesor a Vitalaging, un centro especialista en rendimiento deportivo y en tratamientos de sobrepeso que acababa de abrir un nuevo centro en Bilbao.
Al vizcaíno (Otxandio, 58 años) no le agradan en exceso las comparecencias públicas ni las apariciones en los medios de comunicación, de manera que no resultaba fácil seguirle la pista en un mundo tan exclusivo como el de la investigación médica científica. Padilla se retiró poco después a Canadá para profundizar en estudios de Biología, sobre todo en el comportamiento de los monos. Es decir, al doctor no le resultaba demasiado complejo encontrar trabajo lejos de la competición de élite, gracias a su currículo, brillante en algunos apartados.
Investigaciones sobre plasma
Padilla, de hecho, obtuvo un sobresaliente en su tesina 'Exploración del metabolismo aeróbico y anaeróbico del corredor a pie' y ejerció como profesor en la Universidad del País Vasco (UPV) tras licenciarse en Valladolid. Ahora, tras años de actividad como médico de figuras como Induráin, Martín Fiz y el Athletic, el médico vizcaíno firma investigaciones sobre plasma enriquecido y su aplicación con fines terapéuticos con los principales gurús de este ámbito, como Mikel Sánchez y Eduardo Anitua.
Esta técnica, adoptada por leyendas del deporte como Rafael Nadal, es tan dolorosa como eficaz, y consiste en inyectar plasma enriquecido con plaquetas para lograr una cicatrización más rápida en el tejido afectado. Además del balear, Gaizka Toquero, Ibai Gómez y el propio Josu Urrutia han optado por esta vía, que ha gozado de gran aceptación en el deporte de élite y se encuentra en pleno auge. El último trabajo escrito por Padilla y Sánchez se publicó hace sólo dos meses.
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