Juanma Mallo
Martes, 29 de marzo 2016, 00:24
El jueves se rompió Aymeric Laporte, uno de los futbolistas más utilizados por Ernesto Valverde, el sheriff de la defensa, el futbolista con más galones en la zaga rojiblanca. En un encuentro con la selección Sub21 de Francia, se produjo, según el parte médico facilitado ... por el Athletic, «una fractura-luxación en el peroné y tobillo derechos». Hoy martes pasará por el quirófano y no volverá a pisar el césped con la camiseta bilbaína en toda la temporada. Una pérdida tremenda para el actual séptimo clasificado de la Liga, para un conjunto que vive a siete puntos de la Champions, y que se ha situado en los cuartos de final de la Europa League, esa competición que los jugadores se han planteado como la gran ocasión para alzar otro título, para que la Supercopa no luzca huérfana en el palmarés de este ejercicio. No obstante, la ausencia del central francés para lo que resta de curso ha provocado que una parte de la ilusión que poseía la afición de San Mamés se haya esfumado, desvanecido.
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Quizá la baja de Laporte derive en un conflicto mayor que una hipotética lesión de Aritz Aduriz. En el caso del delantero internacional, puntal ofensivo rojiblanco, surgen varios sustitutos. Por ejemplo, Sabin Merino, que últimamente se ha entonado en la parcela anotadora, con cinco goles en la Liga (tres de cabeza). Si no, se puede activar la opción de Williams en punta; un futbolista que, a priori, estará disponible para el regreso a la Liga el próximo domingo en San Mamés ante el Granada (12 horas). E incluso Raúl García cuenta con las condiciones para moverse en ese lugar del campo, igual que antes lo han hecho Markel Susaeta e Iker Muniain como falsos nueves.
Sin embargo, Ernesto Valverde carece de un opción clara, de absolutas garantías -claro que no es lo mismo Aduriz que Sabin, pero el de Urduliz está cogiendo el pulso competitivo a la máxima categoría-, para suplir a Laporte. Está Carlos Gurpegui, el capitán. No obstante, el navarro quizá sufra para afrontar tres encuentros de la máxima exigencia por semana, con la Liga y la Europa League en el buzón de las tareas del Athletic. Aparece también Elustondo, quien en teoría fue fichado para ejerciera de central. Pues bien, lo ha hecho en tan solo dos encuentros como titular, y no parece una opción del gusto de Valverde para ese lugar. Queda el plan Bóveda, un lateral derecho reconvertido a esa posición capital en la zaga. Y la posibilidad de retrasar a Mikel San José, un futbolista al que Valverde -también Del Bosque- quiere en la posición de pivote. Además, Etxeita encarrila un par de duelos desentonado, sin esa concentración que tanto gusta el técnico de Viandar de la Vera, sin habitual intensidad, que le sirvió para convencer al entrenador.
De este modo, sin un profesional para asumir el importante papel que Laporte ejerce en la defensa, el ser un líder y, en ocasiones, cuando el partido se traba, sacar el balón jugado con esas excursiones, marca de la casa, hacia el área contraria, el mal rollo ha brotado en Bilbao. Existen hinchas que consideran que, si ya era complicado tumbar al Sevilla, el especialista de la Europa League, con el partido de vuelta en el Sánchez Pizjuán, ahora es casi imposible. Se ha instalado el pesimismo en el ambiente. Pero el Athletic ya ha superado otras bajas de importancia, se ha reinventado. ¿Por qué no va a suceder ahora?
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