Juanma Mallo
Martes, 22 de marzo 2016, 00:13
Hasta la una del pasado viernes, desde las nueve de la noche del jueves, había dos sentimientos en la afición del Athletic. Por un lado, esos hinchas que apostaban porque a los bilbaínos les tocase un rival en teoría asequible en cuartos de final, leáse ... el Sparta de Praga y el Braga, y ya estaban reservando su billete para la final de Basilea, el próximo 18 de mayo. Por la otra parte, esa gente que recordó los inolvidables viajes a Manchester, Lisboa y Bucarest de 2012, y apostó por conocer alguno de esos campos mágicos, que todo buen enamorado del fútbol debe pisar alguna vez en la vida: el Dortmund (Westfalenstadion- ahora Signal Iduna Park), o el Liverpool (Anfield Road y el 'You'll never walk alone'). En lo que ambos grupos coincidían, se daban la mano, es que Alexander Frei no sacara una bola de uno de los dos equipos de la Liga inmediatamente antes o después de la del Athletic. Pues bien, todo el gozo en un pozo, como se suele decir. Tocó un oponente del torneo de la regularidad y, de los dos que había, pues el más complicado a priori, el Sevilla: el espíritu competitivo del conjunto de Unai Emery es inmenso, envidiable, y más en un torneo del que se ha adueñado, campeón en los dos últimos ejercicios.
Publicidad
De este modo, esta Europa League se está convirtiendo en un torneo nacional. Primero el Valencia y luego el Sevilla. ¡Vaya chasco! Ya lo dijo Iago Herrerín. «Parece que jugamos la Copa del Rey». No le falta razón. Es cierto que los futbolistas se dedican a jugar, que cuentan con escaso tiempo para disfrutar de los lugares que visitan, pero no es menos verdad que a ellos también les gustaría disfrutar de una experiencia como pisar Anfield Road, u oír el envidiable tronar de la afición del Dortmund. Pero sobre todo resulta una pena para los hinchas. Su deseo, por supuesto, es que el Athletic avance rondas, llegue a la final y, a ser posible, abra de nuevo las vitrinas de Ibaigane. Sin embargo, si en el camino se viaja a Liverpool o a Alemania, pues mejor.
Y es que el cuadro vizcaíno no está gozando de ninguna suerte en esto de los sorteos en las competiciones europeas en las dos últimas temporadas. Más allá de las previas de la Europa League de este ejercicio (la lejana Bakú y Zilina), en la Champions del pasado curso, salvo el play-off en Nápoles (aunque cogió una pizca a contrapie, en pleno agosto, y la mayoría de la gente con las vacaciones organizadas), se encontró con el Oporto (pasable), el BATE Borisov (como si te mandan al Polo Norte) y Shakhtar, desterrado a Lviv por el conflicto en Ucrania. Vamos, que poco que rascar para la siempre animada gente del Athletic, para esa afición que llevó a 8.000 personas a Old Trafford, paseó con orgullo por Gerselkinchen, Lisboa, y se hundió en Bucarest.
Pero nada, que el bombo de la UEFA -gran pérdida la de Gianni Infantino- no está por la labor de regalar a los aficionados bilbaínos un desplazamiento a uno de los grandes templos de este deporte -tampoco hubiera sido malo un viaje a Praga, una ciudad preciosa-, y todo el universo rojiblanco se duele por este motivo. Además, con la agravante de que tanto Valencia como Sevilla celebran, en la visita del Athletic, sus fiestas. Y eso supone tener que rascarse una pizca el bolsillo (alrededor de 500 euros el avión), a falta de lo que suceda con los viajes organizados.
Así que lo único que queda es resignarse, esperar a que la tropa de Valverde recupere gasolina en este parón por las selecciones -salvo los convocados Aduriz, San José y Laporte- adquiera otra vez potencia en sus piernas -creo que esta vez el propio Valverde ha admitido que este intermedio le vendrá bien a su tropa y le ha regalado cuatro días de descanso entre ayer y el próximo lunes-, y sea capaz de superar al campeón. Puede hacerlo. Y, por favor, si pasa también el Villarreal, pues que no nos toque en semifinales.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.