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Ernesto Valverde, durante un entrenamiento esta temporada.
Valverde y la alta fidelidad
Athletic

Valverde y la alta fidelidad

El técnico aparca propuestas tentadoras como la de dirigir a la selección y sacia su deseo de continuar en el Athletic, convencido de que levantar un gran título es posible y de que aún no ha vivido su mejor momento como rojiblanco

iñigo crespo

Viernes, 4 de marzo 2016, 00:16

Cuando Josu Urrutia manejaba el boceto del Athletic que quería construir en su primera campaña electoral, tenía claro a quién quería darle el timón. El presidente rojiblanco confiaba en Ernesto Valverde, con quien además mantiene una estrecha amistad, para conducir el proyecto posterior al de Joaquín Caparrós. El carisma introspectivo de Txingurri, su capacidad de manejar el vestuario y su conocimiento del club y de Lezama le situaban como el candidato perfecto para el banquillo. El técnico, sin embargo, dio su palabra al Olympiacos de que continuaría allí al menos un año más, donde el esperaba el reto de disputar la Champions. Es inevitable pensar hoy en los paralelismos de la situación actual con aquel escenario.

Cada vez que se le abordaba la cuestión de la renovación en sus ruedas de prensa, a Valverde se le notaba molesto e incómodo. Conocía el deseo expreso de Urrutia de que continuara, y también el interés de algunos conjuntos punteros, procedentes de Inglaterra y, sobre todo, de la selección española. Txingurri era uno de los más firmes candidatos para guiar a la nueva 'Roja'. Valverde, sin embargo, posee hoy la misma ilusión en el Athletic que en aquella ocasión en el Olympiacos. Siente que la posibilidad de un gran título está cerca y que el equipo no entrará en regresión la próxima temporada. Los jóvenes crecen y los veteranos mantienen su nivel o, incluso, mejoran.

La conquista de la Supercopa, además de conducir a Bizkaia a un estado de éxtasis, sirvió como una especie de señal de que tumbar al Barça era posible en la lucha por un trofeo, y que el planteamiento de Valverde podía dar resultado, tal y como quedó demostrado en la posterior eliminatoria de Copa, en la que el Barcelona llegó a sentirse contra las cuerdas. Las posibilidades del Athletic por conquistar la Europa League, además, cautivan al de Viandar de la Vera, que sueña con levantar un trofeo de primer orden como rojiblanco.

El balance

Pero la base más sólida del proyecto de Valverde se encuentra en la fiabilidad y la seriedad que ha transmitido al Athletic. Es poco habitual coger a los futbolistas en una caraja o con un día tonto. Con él en el banquillo, han conseguido un balance de 47 victorias, 25 empates y 31 derrotas en Liga. Es decir, casi la mitad (45,6%) de los choques se han saldado con victoria. Los rojiblancos son ahora un bloque que compite con regularidad y con un sistema reconocible, algo que costaría volver a construir en caso de que Txingurri hiciera las maletas. Valverde ha contribuido a conquistar un título 31 años después, clasificarse para una final de Copa y sellar el pasaporte europeo en la Champions tras eliminar al Nápoles. El técnico, sin embargo, cree que lo mejor está todavía por venir.

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