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elcorreo.com
Jueves, 31 de diciembre 2015, 14:10
Ha sido un año para enmarcar. No hay que esforzarse demasiado para acordarse de algún momento en el que el Athletic consiguió erizarnos la piel. El éxodo a Barcelona para disputar la final de la Copa del Rey devolvió la ilusión a Bizkaia, ajena a lo que aún estaba por llegar. Los menores de 31 años estaban ansiosos por celebrar un título que al fin llegó. Tras un partido inmejorable en San Mamés, los leones se hicieron con la Supercopa en el Camp Nou. No cabía un alfiler en Bilbao para recibir a los héroes del torneo. Además, en este 2015 el club ha tenido que decir adiós a uno de los jugadores que mejor representaban la filosofía del Athletic. Andoni Iraola se despidió marcando y con la amplia sonrisa que siempre le ha caracterizado.
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