Una clasificación desconcertante

Ha metido tres cambios Ernesto Valverde con respecto al 'once' del estreno de hace una semana. Dos, previsibles: la entrada de Laporte por Gurpegui en el centro de la defensa, y San José por Iturraspe, en la posición de pivote, a pesar de que el navarro se retiró con un golpe del amistoso del domingo en Pamplona. El otro, una pizca más sorprendente: Aketxe, por la banda izquierda -ha disputado algunos 'bolos' veraniegos en ese lugar- por un Ibai Gómez que parece que vuelve a perder posiciones en la lista de preferencias del entrenador. El resto, los esperados, con Iago en la portería y Eraso en la media punta, y Susaeta como capitán. Con estas variaciones, ha arrancado el encuentro en el campo de Shafa, con tan solo 3.000 espectadores, y dos decenas de hinchas rojiblancos. La primera parte ha carecido de ritmo, el cuadro bilbaíno, quizá por el calor, o por la hierba artificial, o simplemente por la confianza del resultado de la ida, no ha sido capaz de romper con velocidad a un Inter de Bakú que, hoy sí, se ha animado más a explorar lo que había en el área rival.

La posesión, como en Bilbao, ha sido para el Athletic. Cómo no. Pero tampoco ha creado excesivo peligro, más allá de un balón que ha parado Aduriz con el pecho dentro del área en el minuto seis, lo ha controlado, y su remate ha ido a las manos del portero. A continuación, un buen disparo de Aketxe, después de una buena contra conducida por Susaeta, que ha sido desviado a córner. Sin embargo, la diana ha caído del lado azerí. Eso sí, anulado. Centro desde la izquierda. Muy cerrado. Toca Silva con la mano, hacia Khizanishvili, que estaba en fuera de juego. Resultado: diana anulada para alivio de la zaga vizcaína que ha quedado retratada. Vamos, ha dado una muestra de cómo no se debe defender un balón colgado desde la banda. Ni San José, ni Etxeita, tampoco Balenziaga, han estado acertados. A partir de ahí, los azeríes se han animado una pizca, pero les falta calidad, pericia, para poder anotar un tanto en jugada en la portería contraria. Porque se acercaban a los dominios de Herrerín y en lugar de pasar, pues se sacaban un tiro, como el que se ha ido por alto de Seyidov, rozando la escuadra. Antes, una buena contra de Susaeta ha terminado con un remate al palo de Eraso, que coge el balón y mira a puerta. Instinto.

El tiempo ha seguido pasando en Bakú, sin casi ninguna novedad reseñable. El Athletic tenía la pelota, y el Inter, de vez en cuando, realizaba alguna excursión arriba. Pero nada. Nada más arrancar la segunda mitad, por fin se ha activado Aduriz, perdido desde ese minuto seis en el que se topó con Agayev. Ha conducido el balón con precisión y se lo ha dejado a Susaeta, que ha controlado mal de primeras y luego se ha vuelto loco, se ha hecho un lío, con la pelota en el área. Poco después, otro centro de Aduriz no ha hallado rematador. Todo eso en los tres minutos posteriores al paso por vestuarios. Luego, una mala cesión de De Marcos ha comprometido a Herrerín, que se ha jugado el penalti. Los de Ernesto Valverde mostraban un fútbol plano, sin meter ese ritmo preciso cuando el rival se cierra. El juego era demasiado horizontal, en exceso, sin pases en profundidad. Hasta que un jugador del Inter le pasó a Aketxe sin querer, y el getxotarra se ha sacado un zurdazo que Agayev ha mandado a córner. A continuación, San José ha metido un excelente pase en profundidad a Susaeta, que ha controlado mal y se ha hecho un lío en el área. Ha puesto voluntad el eibarrés, pero poco más. A falta de veinte minutos, Sabin ha sustituido a Eraso, para colocarse por la banda izquierda. Se necesitaba un revulsivo, en un duelo que a la media hora de ambos tiempos se ha parado para que los futbolistas se refrescaran (29 grados marcaba el termómetro). Había que activar al grupo vizcaíno, y Txingurri ha echado mano de este futbolista que resultó fundamental en el exceso del Bilbao Athletic a Segunda División.

Tampoco es que haya cambiado mucho el panorama en el estadio de Shafa. Aduriz, en este sentido, ha tratado de ofrecer balones a sus compañeros, abrir huecos, y llevarse a sus marcadores a un lado para que el centro quedara libre. Pero nada. El tiempo pasaba, lento, muy lento -incluso ha metido el técnico de Viandar de la Vera a Ibai y Elustondo en los últimos instantes para que el cronómetro llegara al final-, y el Athletic se ha clasificado. 0-0, en un duelo que es mejor olvidarlo ya. Sí, Valverde y los jugadores deben sacar sus conclusiones, los asuntos a mejorar, a reparar, pero para la afición lo más correcto es no darle vueltas. Y pensar que mañana conocerá a su oponente, para un play-off que se jugará el 20 y el 27 de agosto, en un orden que también se decide en el sorteo.