Fernando Llorente.

¿Llorente?

El Athletic necesita un futbolista que dé aire a Aduriz y el regreso del riojano, complicado, parece la mejor opción

Juanma Mallo

Lunes, 25 de mayo 2015, 00:57

La afición del Athletic está dividida. No en su apoyo a un conjunto que el sábado tiene ante sí un desafío mayúsculo, propio de titanes: derribar al Barça, el actual campeón de la Liga, en su coliseo, en el Camp Nou. Esa fragmentación nace de ... la opción, complicada, por supuesto, de que el equipo vizcaíno se refuerce con Fernando Llorente, tal y como adelantó EL CORREO. Unos estarían encantados con el regreso de un futbolista que, es cierto, se marchó por la puerta de atrás de la entidad a la que llegó cuando aún era un niño: hablan de la necesidad de reforzar el ataque, de buscar un futbolista que garantice una correcta y fructífera transición entre el artillero Aduriz que ha batido su mejor marca personal con 18 dianas en la Liga y el siguiente hombre que venga a relevarle, ya sea Guillermo, Williams o un Villalibre que, a sus 17 años, es el señalado a medio plazo. Alguien, en pocas palabras, que garantice el gol. Otros, en cambio, se irritan sólo con oír la primera sílaba de su apellido, parece que se nombra a Satanás o a Mourinho, y exponen toda clase de argumentos para opinar en contra de su llegada: que si es un traidor, que si dejó a la entidad en la estacada, que si se portó mal (algo que se le puede achacar a las dos partes)... Y algunos aseguran que puede ejercer de tapón para el desarrollo de Guillermo y Williams. Echan, en este sentido, la vista atrás y recuerdan lo que tardó en explotar el internacional de Rincón de Soto. Debutó con Valverde, en enero de 2005, y hasta la llegada de Joaquín Caparrós tardó en mostrar su capacidad artillera, esa que le llevó a la selección, y a ganar un Mundial y una Eurocopa.

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Aproveché el sábado la jornada de reflexión, antes de que el Athletic certificara el séptimo puesto quién lo diría allá por el mes de enero, para eso; para reflexionar. No sobre la papeleta que depositar en la urna, sino para pensar acerca de cual era la opción de las expuestas por los hinchas que más me atraía, que razonamiento me convencía. Y sí, me decanté por el primer grupo: el de los que entienden que el regreso, harto difícil, del riojano al Athletic sería una buena noticia para el equipo y, por extensión, para su afición. Vamos, que, ¿por qué no Llorente?, me cuestioné.

Es verdad que si por algo se caracteriza este club es por apostar por la cantera, por dejar madurar a fuego lento a esos cachorros que cuentan con el potencial suficiente para convertirse en leones. Sin embargo, ahora mismo, con Aduriz camino de los 35 años (los alcanzará en febrero), con Guillermo que ha dejado algún destello no olvidar esa diana que anotó en Oporto en la Champions pero que aún parece estar verde para Primera, con Valverde más proclive a colocar a Williams y Viguera en las bandas, y Sola y Toquero en el limbo, no hay duda de que se debe sumar alguna pieza, de garantías como ha reclamado el técnico, en la vanguardia. Y si se mira al mercado del Athletic, reducido, solo aparecen dos opciones: gastar 30 millones en la contratación de Aguirretxe o recuperar a Llorente.

El entrenador de Viandar de la Vera vería con buenos ojos la segunda opción. También una parte importante de la afición: una encuesta de elcorreo.com hablaba del 55,7% de los participantes a favor. Sin embargo, el desgaste sufrido en el ejercicio 2012-13, con críticas de la afición (como aquellas reprochables pancartas que se colocaron en Lezama), y una tensa relación con la directiva en especial con Josu Urrutia, pueden provocar que el futbolista, pese a que Morata le ha comido la tostada en la Juventus, sea remiso a regresar a Bilbao, y apueste por el Liverpool o el Arsenal, dos grupos que parecen interesados en contratarle. Sería una pena.

El fútbol es sentimiento, es verdad. Pero a veces se debe dejar ese aspecto en un segundo plano, a un lado, en favor del beneficio del equipo al que todo hincha ama. Llorente se marchó de malas maneras algo que no fue tan sólo culpa del futbolista, ni mucho menos, cierto, pero ¿no sería una opción de sumo interés para reforzar el equipo en ataque? El rencor nunca es bueno. Y es el riojano una persona que garantiza goles, que fue uno de los líderes de aquella inolvidable primera campaña de Marcelo Bielsa... Vamos, que, ¿por qué no Llorente?

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