Iñigo Crespo
Viernes, 20 de febrero 2015, 00:37
Iñaki Williams se ha acostumbrado a causar sensación en el Athletic en los últimos años. Ha quemado etapas en los conjuntos de categorías inferiores a una velocidad de vértigo, ha anotado multitud de goles en todas las divisiones y su irrupción en la primera plantilla ... ha sido meteórica. Sus condiciones físicas y sus registros goleadores avalaban el salto del canterano a la élite. El abismo que separa a Tercera, Segunda B y Primera, sin embargo, se ha hecho notar en sus primeras actuaciones como rojiblanco. "Todavía está en formación un poco verde", decía Valverde hace apenas un mes. Con su tanto ante el Torino, sin embargo, el ariete, primer jugador de color en marcar con el Athletic, se ha reivindicado como alternativa para el ataque.
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Los estilos de los futbolistas con los que cuenta Txingurri para la parcela ofensiva son tan contrapuestos que le abren un enorme abanico de posibilidades. Lo complicado, eso sí, es hacer que unos jugadores tan dispares se complementen. La velocidad de Williams, la técnica de Viguera, la chispa de Guillermo y el espectacular momento de forma que atraviesa Aduriz -además de la alternativa de Sola, casi inédito esta campaña- convierten al Athletic en un conjunto de muchas variantes. En el choque de la Europa League, sin ir más lejos, Williams actuó en la derecha, Muniain en el centro y Viguera, que fabricó la primera diana, en la izquierda.
El joven delantero canterano, de origen liberiano, ha necesitado siete encuentros para anotar su primer gol en la primera plantilla. No ha disputado aún un solo partido completo, ya que en todos ha salido como revulsivo o ha acabado sustituido, pero lo cierto es que en casi todas sus participaciones ha dejado algunos detalles positivos, entrega, velocidad y, sobre todo, casi en cada choque ha dispuesto de alguna ocasión de marcar, algo que los rojiblancos necesitan de manera urgente.
Williams captó al vuelo lo que le solicitó Valverde en el Comunale. Formar un ataque eléctrico y tirarse a la zona central en cuanto pudiera para crear un juego más vertical. "El míster me ha metido ahí pero lo que quería es que me metiera dentro, que 'Muni' recibiera balones dentro y así yo poder correr y asistirle", explicó el jugador tras el empate ante el Torino, que deja la eliminatoria encarrilada pero no resuelta. Una vez haberse reivindicado, Williams busca ahora confirmarse.
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