Iago Herrerín posa para el reportaje fotográfico en los soportales de La Barrera, en Castro. Jordi alemany
Iago Herrerín | Portero del Athletic

«Necesito marcharme porque no soy feliz»

El guardameta, afectado por insultos y amenazas, desvela que «ha llegado el momento» de dejar el Athletic y seguir con su vida y carrera en otro club

Jueves, 23 de julio 2020, 00:54

Iago Herrerín quiere marcharse del Athletic. Después de pensarlo mucho, el portero tiene claro que ha llegado el momento de hacer las maletas y buscar la paz en otro sitio. En una conversación con EL CORREO, el jugador que ha defendido la portería rojiblanca durante ... siete temporadas y 119 partidos, el último el domingo contra el Granada, habla de su situación personal, de lo mal que lo ha pasado con los insultos y las amenazas, del apoyo de sus compañeros y el club, de las noches bañadas en lágrimas, de la ayuda profesional a la que ha tenido que recurrir para salir adelante, de la falta de protagonismo, de que la felicidad, desgraciadamente, está lejos del equipo que ha amado desde que vino al mundo. Lo hace con la serenidad, la convicción y el convencimiento de que es lo mejor para él y para el Athletic. En Los Cármenes despidió una campaña «dura» en lo colectivo y personal, que no ha tenido un final feliz.

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- Cierra un año difícil.

- Estoy con ganas de desconectar un poco. Ha sido una temporada complicada. Por suerte jugué el año pasado. De la noche a la mañana pasé a no jugar y mi compañero (Unai Simón) lo ha hecho bien. Estaba en la Copa, sufrí una desafortunada expulsión (en Tenerife) y pensaba que jugaría en la semifinal. No jugué. Otro palo más. Son decisiones del míster. Siempre he dicho que lo importante es el equipo y que ayudaré en lo que sea: llevando un botellín a Unai, llevando toallas o animando. El míster siempre me lo ha agradecido.

- Al igual que el equipo tendrá ganas de olvidar y desaparecer.

- Sí. Después del palo del otro día que supuso descolgarnos de la carrera por Europa (derrota ante el Leganés) se nos vinieron muchas cosas a la cabeza. Ha sido un año duro deportivamente y también por la pandemia. Un año para olvidar, también personalmente. Creo que ha sido el peor año desde que juego en Primera División. Empezamos en julio de 2019 y acabamos en julio de 2020. Mentalmente necesitamos desconectar.

- Murieron en la orilla.

- Teníamos un objetivo bonito y ambicioso. Después del confinamiento nos propusimos entrar en Europa e íbamos bien. Si hubiésemos jugado once contra once ante el Leganés lo hubiéramos sacado adelante. Nos expulsaron a un jugador pronto y tuvimos que remar mucho. La carga de los últimos nueve partidos se notó en las piernas.

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«Hay un momento en el que sientes que no puedes más, que tu cabeza no puede más»

ayuda profesional

- Salió por la roja de Unai Simón. Volvió a jugar medio año después.

- Se hace duro no jugar. Entrenas bien y no compites. Pero siempre he dicho que apoyo a mi compañero, al equipo. Entreno para estar disponible e intentar hacerlo bien cuando me toque. Es complicado para un portero estar seis meses sin competir, pero no me encontré mal cuando salí.

- Más allá de la suplencia, ha vivido episodios duros de insultos y hasta amenazas, en las redes y en la calle.

- Bueno... es el mundo en el que vivimos. Los insultos y las amenazas están a la orden del día. Es difícil cuando la gente de tu propia ciudad y tu afición te mata, te insulta y te menosprecia. Da igual que lo hagas bien o mal, que falle un jugador u otro, las culpas siempre son para mí. He tenido cosas muy feas.

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- Incluso en la calle.

- Me tuve que encarar con la gente después de ganar a todo un Barcelona (cuando el Athletic pasó a las semifinales de Copa en febrero). Se supone que todo el mundo debía estar feliz y contento. Se dijeron mil mentiras, como que eran menores de edad y hablamos de gente de 25 años. Exploté. Nunca me voy a pegar con nadie. Simplemente quise echárselo a la cara. Cuando pasó todo, esos chavales me dijeron que se habían pasado, que lo hicieron para hacerse los graciosos. He estado bastante mal. He llegado a casa llorando, enfadado conmigo mismo. Quiero cerrar este año y pensar en el futuro.

- ¿Se plantea marcharse ya del Athletic?

- Sí. Ya lo he hablado con el club. Lo hice también cuando pasó lo que pasó (otros insultos y amenazas). Estamos en este mundo para ser felices, más allá de jugar o no jugar. He estado aquí sin jugar y he sido feliz porque se ha reconocido mi trabajo.

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- ¿Ahora no es feliz?

- No consigo serlo. Necesito marcharme porque no soy feliz. Quiero recalcar una cosa: no es por no jugar. Lógicamente, todo el mundo quiere jugar y yo también. Pero para jugar debo demostrarlo y eso es cosa mía. Es por el hecho de cómo me he sentido tratado y cómo me siento tratado en muchos momentos.

- ¿Lo dice por la afición?

- Por una parte de la afición.

- La inmensa mayoría de la gente le apoya.

- Sí, pero siempre hacen más ruido los malos que los buenos. Llevo un tiempo en el que jugar un partido se me hace muy duro, una misión imposible. Sabes que no puedes encajar un gol y aunque no lo encajes eres consciente de que te van a caer palos. Se me ha hecho muy larga la temporada. Cuando sufres incluso jugando, no disfrutas y llegas a casa con malestar, hay algo que no está bien en tu cabeza, dentro de ti.

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- ¿Y cree que eso se resuelve con una salida?

- Para mí, sí. Soy el primero que desearía estar aquí los años que haga falta porque el Athletic es mi equipo, el equipo en el que siempre he querido estar. Pero ha llegado el momento de anteponer la felicidad y no ver mal a mi familia y a mi pareja. Yo puedo soportarlo, pero verles sufrir a ellos... Es complicado.

«Mi corazón me dice una cosa y mi cabeza otra. Lo mejor para mí y para el club es buscar una salida»

el athletic quiere que siga

«He sentido mucha ansiedad»

- ¿Qué le ha dicho el club?

- El club lo sabe. Hablamos antes del confinamiento. Me dijeron que no iba a haber ningún problema y que veríamos cuál sería la mejor forma de salir. Ellos cuentan conmigo, me lo dijeron desde el minuto uno. Aunque no juegue. Sienten que tengo un carácter y una forma de ser que ayuda en el vestuario. Les dije que ojalá pudiera quedarme, pero mi corazón dice una cosa y mi cabeza otra. Lo mejor para mí y para el club es buscar una salida.

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- Sabe que para salir del Athletic alguien tiene que pagar su cláusula o que, en este caso, usted perdone el año de contrato que le queda. ¿Lo hará?

- Sí, porque no creo que nadie pague 50 'kilos' por mí. Como no sean 50 kilos de patatas... El Athletic me ha dado mucho y también yo al Athletic. No quiero llevarme un dinero del club que no me merezco. Al final son números entre clubes y es una pelea en la que no voy a estar. Quiero lo mejor para mí y para el Athletic.

- ¿Y cuáles son sus planes? ¿Dónde quiere ser feliz?

- Quiero desconectar, pero al buscar una salida la cabeza no para de pensar. No sé dónde voy a ir. Hay que estudiarlo todo. Está todo parado con la que está cayendo. Quiero solucionarlo lo antes posible y el club también tendrá que protegerse, proteger la portería.

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«No creo que nadie pague 50 'kilos' por mí. No quiero llevarme un dinero que no me merezco»

perdonar el año de contrato

- ¿Hasta qué punto la titularidad indiscutible de Unai Simón le ha hecho tomar esta decisión?

- Si esto me hubiera pasado hace unos años, posiblemente hablaríamos de un 80% o un 90%. Ahora mismo lo de no jugar lo llevo a un segundo plano. Jugar más o menos depende de mí, pero en este momento lo principal es buscar la tranquilidad y la felicidad. Es lo que necesito. Que me dejen trabajar en un sitio en el que no tenga esa presión que me han metido y que me he metido yo.

- ¿Se ha sentido juzgado?

- En el último año y medio. Antes había jugado en Europa, tenía los números. Pero ahora ha sido juzgarme por todo, por lo más mínimo. Insultos, amenazas, menosprecios... No tengo que aceptarlo; ni aquí ni en ningún sitio.

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- Muchos malos momentos.

- He sentido mucha ansiedad. He tenido que trabajar con una profesional para intentar llevarlo de la mejor manera posible. Lo he hecho bien, pero sientes que hay un momento en el que ya no puedes más. La cabeza no puede más. Por suerte he entrenado bien y a gusto. Mis compañeros me han ayudado a ser feliz. Somos una cuadrilla. Estás mal en casa y llegas allí (Lezama) y se te quita.

- ¿Por qué no ha denunciado?

- Porque creía que iba a parar. Cuando me pasó lo que me pasó después del Barcelona y salió el vídeo estaba muy nervioso, triste y rabioso. Pero ese vídeo me vino bien. La gente lo vio y dijo: 'Ha tenido que reventar'. ¿Por qué ha tenido que reventar una persona, un jugador del Athletic, después de ganar a un Barcelona? Entiendo que denunciar no vale para nada. Hay burradas gordísimas en Internet. Intenté hacer caso omiso dentro de lo que se podía.

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- ¿Nunca pensó en borrarse de las redes?

- No, porque entiendo que yo no tengo que desaparecer. No tengo por qué cambiar mi forma de vida, mi forma de ser. Tampoco voy a hacerlo por la gente que me quiere. Soy el primero en criticarme a mí mismo y en aceptar las críticas constructivas. 'Tienes razón', suelo contestar cuando me dicen algo y es así. Pero no quiero desaparecer, sería de cobardes.

- ¿Se ha sentido respaldado por el club?

- En gran parte, sí. Igual a veces pedimos un apoyo que es excesivo. El club me ha ayudado y me ha apoyado después de los insultos. Ha sido el primero en brindarme la oportunidad de denunciarlo, de buscar (a los culpables). Todo. Pero repito: es innecesario. Lo único que pido es que si somos una familia (Athletic), que no nos matemos entre nosotros. El club me ha defendido siempre.

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- ¿Qué le han dicho sus compañeros sobre su decisión de marcharse?

- Lo entienden. No quieren que me vaya, pero lo respetan. Tengo mucha relación con Raúl (García), Aduriz... Bueno, con todos, pero los veteranos son los que más pueden aconsejarte en una situación excepcional. Me han dicho que la vida es para ser feliz y disfrutar. Que si he tomado una decisión, que lo haga, aunque ellos no quieren que nadie salga de la cuadrilla.

- ¿Cuánto fútbol le queda a Iago Herrerín?

- Toco madera porque me han respetado las lesiones. Hasta el año pasado llevaba ocho años sin perderme un entrenamiento por una lesión. Me queda fútbol. Hoy en día la vida del portero es larga. Me encuentro bien. Espero que me quede mucho. Quiero conseguir cosas importantes, sea donde sea.

- ¿Es un adiós definitivo al Athletic o un hasta luego?

- No sabría decirle. Es un adiós. No puedo decir que es definitivo porque hablamos del club de mis amores. Es mi familia, mi escudo. Lo he defendido desde pequeño. Soy del Athletic desde que sé lo que es un balón. Nunca diré que es un adiós definitivo porque el fútbol da muchas vueltas. Esté donde esté, el Athletic me tendrá siempre y también mi ayuda.

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