El Athletic ganó un partido que pudo empatar, si bien de manera diferente a como empató con el Granada, por comparar dos partidos cercanos en el tiempo. Dos puntos de los que nos vamos a seguir acordando, los que se dejó el equipo ante el ... Granada, tal vez por confiar demasiado en su evidente superioridad, como si la victoria fuera a caer de madura en cualquier momento. También pudo empatar con el Las Palmas, si bien jugando de otra manera, con el habitual derroche físico, al que tal vez le sobró un punto de ansiedad. No jugó tan bien como ante el Atlético de Madrid, un partido inolvidable, pero sí con similar intensidad, con el mismo empeño, puede incluso que el afán de conseguir la victoria cuanto antes, de llegar pronto a la portería, le hiciera pecar de cierta precipitación, como esos delanteros que en el frontón se empeñan en rematar todo el rato en busca del tanto, sin pararse a pensar que a veces conviene también pegar y pegar, tranquilizar el juego, apostar por la pausa, mezclar adecuadamente las dosis de entusiasmo y serenidad. Abusó el Athletic de los pases que se pretendían definitivos sin serlo, en lugar de combinarlos con triangulaciones aparentemente más sencillas, que consiguen sin embargo abrir huecos por donde pueden surgir las oportunidades.
Publicidad
No estuvieron a su altura habitual los Williams y tampoco Sancet. Guruzeta tuvo el gol a pase de Yuri y terminó de desmoralizarse tras fallar el penalti. El Athletic disputó cada balón con la combatividad de siempre, intentó doblegar a su rival por empuje y potencia, pero no estuvo tan fino en la distribución. Seguía empujando una y otra vez con una fe encomiable, pero sin la claridad necesaria. Ganó, pero también pudo empatar porque pareció que había perdido la gracia de otros días. Tuvo más ocasiones, que no convirtieron en gol Guruzeta, Sancet, Iñaki, Guruzeta de nuevo en el penalti, Berenguer… Y sin embargo pareció que la victoria iba a escaparse.
Entonces Unai Gómez cazó el gol de la victoria. Recibe un balón en el centro del campo y avanza con rápidas zancadas porque el tiempo apremiaba, a punto del pitio final. Abre el juego a Iñaki y sigue corriendo hacia el área, donde atrapa de cabeza, como impulsado por un resorte instintivo, olvidándose del riesgo, un rechace del portero Vallés. Se lanza en plancha con todo, como suele decirse, y consigue brillantemente el gol de la victoria. Una victoria justa, pero que también pudo quedarse en empate ante un Las Palmas que dio un buen susto con el tiro de Sandro, al que respondió Unai Simón con una nueva parada admirable, tan estética como práctica, de las que dan puntos una vez más.
El Las Palmas no pretendió competir con el Athletic en empuje, pero ocupó muy bien el espacio, movió bien el balón, demostró gran confianza en su juego de toque, hasta el punto de recordar la estupenda confianza con que madura las jugadas el Girona, sorprendente líder de la Liga. Fue un duro rival, lo que da más valor a la postrera victoria del Athletic, que lo sitúa ya en una prometedora posición clasificatoria.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.