Ganar siendo el mejor

Me gustó mucho el enfado de Valverde en los últimos diez minutos de partido en los que el equipo se relajó, como si la tarea ya estuviera terminada. Así se han perdido muchos puntos muy a menudo. Entonces Valverde se enfadó, braceó y se dio varias veces con el puño de la mano derecha en la palma de la izquierda. Les exigía a sus futbolistas que fueran contundentes y prácticos hasta el final. Me gustó también que dijera que se trataba de un partido muy importante. Los partidos más importantes son aquellos en los que se gana porque lo razonable es ganarlos, ante equipos inferiores o similares. Amarrados esos puntos, se puede empezar a tener sueños más elevados. Sí, ya sé, el fútbol tiene muchas facetas, como el azar o el estado de ánimo, que pueden trastocar las previsiones, pero la seguridad, la confianza de un equipo se fundamenta en ganar los partidos demostrándose que son mejores que el rival. Si después, a lo largo de la temporada, se consiguen otras proezas, pues las celebraremos como se merecen, pero no es mal punto de partida doblegar a equipos que habitualmente juegan peor. Que también a un partido te pueden ganar, claro que sí, pero poniendo los cinco sentidos en que sea de la manera más esporádica posible. Sí, ya sé que parece un razonamiento de Pero Grullo, pero recuerden cuantos partidos, cuántas clasificaciones, cuantas temporadas se fueron por el desagüe por dormirse ante equipos inferiores.

El partido con el Alavés era muy importante, como los de Osasuna y Betis, más importantes que el del Madrid por más que nos guste tanto ganarlo. Dijo también Valverde que el Athletic había jugado un gran partido, y así fue si descontamos los primeros quince minutos en los que se perdieron muchos duelos ante el ímpetu algo excitado de los jugadores rivales, que rascaban en cada cruce, y si descontamos el relajamiento citado del final.

El equipo parece cada vez mejor armado. Los centrales estuvieron muy bien. Vivian, rápido y seguro, entrega el balón con humildad, tras cada recuperación, a otros compañeros más técnicos o lo revienta como a veces hay que hacerlo. Paredes se atrevió con varios buenos pases en largo y parece razonable que Yeray vaya entrando en el equipo poco a poco. El medio campo funciona a las mil maravillas. Vesga y Ruiz de Galarreta se ofrecen, tocan fácil y bien, me acuerdo de nuevo de Bielsa, y Sancet se abre paso en las líneas rivales con quiebros admirables. Arriba Iñaki Williams mantiene su potencia y ha mejorado muy notablemente en los desmarques, en los controles, en las pausas necesarias para rematar con precisión o asistir al compañero mejor situado.