El elogio de doble filo de Ernesto Valverde a sus jugadores

El Athletic «es uno de los equipos más voluntariosos», dijo el técnico tras caer ante el Elche en un partido en el que los rojiblancos hicieron 27 remates y no marcaron

Lunes, 29 de mayo 2023, 18:32

El Athletic perdió un partido en el que hizo 27 remates y manejó bastante bien el balón en tres cuartos de campo. No es que tuviera mala suerte, es que pareció condenado por una fatalidad, como en una tragedia griega. El colmo fue que le ... habría servido el empate para recuperar la séptima plaza y en cambio encajó el gol de la derrota en una jugada disparatada en el último minuto, tras un nuevo error del portero, en esta ocasión de Unai Simón, que no remedia Yuri Berchiche y el Elche se planta en el área con un cuatro contra dos, y gana el partido. «El centro fue un pase» dijo el entrenador argentino, paisano de Bielsa, al comentar esa jugada. Los centros del Athletic no suelen ser pases medidos, y no digamos ya los saques de esquina, que tienden al infinito y conducen a la melancolía.

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El Athletic llevó el peso del partido, movió bien el balón en general, mereció ganar, pero volvió a perdonar a la hora de la verdad, con remates que de nuevo parecieron interceptados no solo por el portero sino con la ayuda de alguna deidad enojada. Verdaderas carambolas adversas, como el remate de Iñaki que da en la frente de un defensa, quien despeja sin darse cuenta antes de caer fulminado, como las tres ocasiones seguidas de Berenguer, Iñaki y Raúl García que no acertaron a batir al portero ilicitano. Ahora resulta que van a ser más peligrosos los equipos que ya no se juegan nada.

No le echo la culpa a nadie, señalo las circunstancias más llamativas de un partido inconcebible. No hay un guionista capaz de sostener un argumento como ese, con el equipo jugándose otra final de consolación ante el colista ya descendido. Pero ya van muchos partidos perdidos, y muchos sin marcar un solo gol, de manera que no parece serio recurrir a la mala suerte. Mala suerte se puede tener un día, varios días, pero la sucesión de decepciones en este final de temporada es lo suficientemente rotunda como para un análisis más realista. Una derrota o varias pueden achacarse a la casualidad, a la fatalidad, a las deidades adversas, a las brujas o los hechiceros enemigos nuestros, pero cuando son tantas y tan seguidas habrá que buscar otras causas más racionales. Insistiendo en los tópicos, podríamos decir eso de que el Athletic, en esta última fase de la temporada, no le mete un gol al arco iris.

El Athletic llegó bastante bien hasta el borde del área, y mantuvimos la fe en que pudiera aprovechar al menos una de las incontables oportunidades que tuvo para meterle un gol al colista destacado de la competición, ya descendido, el equipo que nos hubiéramos pedido para jugarnos las últimas oportunidades de la Liga, igual que nos pedimos Osasuna entre los semifinalistas de Copa, y nos fue como nos fue.

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Dice Valverde que el Athletic es uno de los equipos más voluntariosos, y es posible que sea cierto. Lo pretendiera o no el entrenador, es un elogio de doble filo. Si pone toda la voluntad, y esto es innegable, será que el entrenador hace todo lo que puede con el equipo que tiene, y el Athletic no daría para más que estar justo donde está.

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