El mes dorado de Nico

No hay ninguna duda de que Nico está dando pasos de gigante en su todavía incipiente carrera y de que le han pasado muchas cosas en muy poco tiempo, casi todas buenas. Debutó con el Athletic hace apenas tres años y medio, el 28 de abril de 2021, y desde entonces le ha dado tiempo a jugar 131 partidos como rojiblanco, ganar una Copa, proclamarse campeón de Europa, en cuya final ante Inglaterra marcó, disputar el Mundial de Qatar, estar en una relación de 30 aspirantes al Balón de Oro y convertirse en uno de los extremos más cotizados del mercado. Es la gran referencia ofensiva del equipo junto con su hermano mayor, una conexión que funciona a las mil maravillas e integra a gente como Sancet, Berenguer, Djaló y Guruzeta, entre otros.

Solo tiene 22 años, pero su rendimiento y la sola presencia en el campo da otro aire al Athletic. «Para nosotros -dijo Valverde tras el triunfo ante el AZ-, Nico es un tesoro. Es valiente para afrontar situaciones de uno contra uno y nunca se entrega». Transmite peligro constante, acierta y se equivoca, pero siempre lo intenta. Es tan vertical y profundo que estira al equipo al máximo, como ante el Alkmaar, cuando dos galopadas suyas por la banda izquierda acabaron en goles. «Jugar con mi hermano es uno de los mayores placeres que me ha podido regalar la vida. Genera mucha incertidumbre en los defensores, acapara protagonismo», comentó Iñaki Williams nada más confirmarse la victoria ante los neerlandeses. Él abrió la lata y Sancet firmó la sentencia en dos acciones fabricadas por el extremo navarro.

El fútbol de Nico va muchas veces más allá de los goles y las asistencias, de los números, porque las vigilancias que provoca y los espacios que abre no figuran en la hoja de estadísticas. Tampoco computan el respeto y la tensión que causa en el lateral encargado de defenderle, que necesita de las ayudas y coberturas de sus compañeros. Todo ello lo agradece el Athletic, se aprovecha de los efectos que produce en los defensores, con un ataque potente, dinámico y móvil en el que el flamante campeón de Europa es una de las voces cantantes. En lo que va de temporada ha jugado siete partidos de Liga y dos de Europa league, con un balance de una diana y dos pases de gol. Dicho así no parece gran cosa, pero cuando se suma todo lo demás, el trabajo y los intangibles, el valor del producto final aumenta.

«Estoy súper contento de cómo crece mi hermano día tras día, de cómo está madurando como persona. Todo lo que ha vivido este verano no ha sido fácil para él», apuntó Iñaki Williams en relación a los intentos del Barcelona de fichar a Nico. Con contrato hasta 2027 y una cláusula de 60 millones, el internacional absoluto decidió quedarse -«lo mejor para mí es estar un año más aquí», puntualizó- y jugar en Europa con el Athletic. «Estamos orgullosos de la persona en la que se está convirtiendo y del gran futbolista que va a llegar a ser porque lo está demostrando», comentó su hermano mayor poco después del choque ante el AZ. De momento, la vida le sonríe al pequeño de la familia, afanado en hacer una temporada de ensueño con el equipo de su vida.

Sabe que le aguarda un mes especial, con tres encuentros de Liga -Girona, que se juega mañana en Montilivi (14 horas), Espanyol y Mallorca-, uno de Europa League -Slavia de Praga en San Mamés- y dos con la selección frente a Dinamarca y Serbia. Y el 28 de octubre, lunes, será la gala del Balón de Oro en el Theatre du Chatelet de París. Habrá que ver si podrá estar porque ese mismo día los rojiblancos juegan en el feudo bermellón a las nueve de la noche. Sabe que no figura entre los favoritos, al contrario que su compañero Unai Simón, nominado al 'Trofeo Yashin', pero solo con figurar ya entre los 30 aspirantes deja claro que la época de su mejor fútbol está todavía por llegar.