Es un cálculo fruto más de la voluntad que de datos empíricos. Pero son las cifras que el Ayuntamiento de Bilbao ha puesto sobre la mesa. El Consistorio de la capital ha transmitido a la UEFA que, en caso de que la pandemia remitiera en ... Euskadi, San Mamés podría albergar hasta un máximo de 25.000 espectadores -algo así como el 50% de su aforo- durante cada uno de los cuatro partidos de la Eurocopa previstos en La Catedral. Sería el mejor escenario posible, aunque en los planes municipales también se apunta a que se podría permitir el 25% del aforo o, de perpetuarse la actual situación médica, tener que celebrar los partidos a puerta cerrada.
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La UEFA ha solicitado a las 12 ciudades que deben albergar la Euro 2020 -además de Bilbao están Amsterdam, Bakú, Bucarest, Budapest, Copenhague, Dublín, Glasgow, Múnich, Roma, San Petersburgo y Londres- que le envíen un informe con el porcentaje de espectadores que podrían albergar en sus campos a mediados de junio, cuando arrancará la competición. De considerar en este momento que no podrán tener espectadores, el organismo que rige el fútbol continental podría retirar esa sede y trasladar los partidos a otro lugar. Israel, Hungría y Rumanía ya se han ofrecido como opciones alternativas para acoger todo el torneo.
En el caso de la capital vizcaína, el Ayuntamiento calcula que si la pandemia remite podría permitir que San Mamés cubriera entre un 25 y un 50% de las localidades, según fuentes conocedoras del proyecto. Eso supondría que en el mejor de los escenarios hasta 25.000 personas podrían sentarse en las gradas para presenciar los tres partidos de España en la fase de grupos -ante la Suecia de Ibrahimovic, la Polonia de Lewandowski y Eslovaquia- y uno de los cruces de octavos.
Los responsables del Consistorio son conscientes, no obstante, de que todo está en el aire. Porque es prácticamente imposible prever a fecha de hoy la situación epidemiológica dentro de tres meses. O poder determinar si el ritmo de vacunación facilitará el movimiento de espectadores.
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El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, sí ha sido taxativo al asegurar que los partidos de la Euro'20 no se celebrarán «ante gradas vacías». Un pronunciamiento que complica que San Mamés se mantenga como sede, a no ser de que salga adelante la idea del CSD y de la Liga de recuperar un porcentaje pequeño en los estadios de fútbol a partir de Semana Santa. Una de las ventajas que sí tendría la sede bilbaína es que un enorme porcentaje de las entradas vendidas para La Catedral pertenecen a aficionados vascos o de comunidades limítrofes.
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