Con cinco años de diferencia, dos técnicos del Athletic fueron destituidos un día como este martes. El primero, el 17 de marzo de 1991, fue Javier Clemente: la segunda ocasión que le sucedía y todavía sufriría un tercer cese. El segundo, el 17 ... de marzo de 1996, Dragoslav Stepanovic. Los malos resultados, en ambos casos, cercenaron su trayectoria. Y con los dos, una de las explicaciones empleadas por los presidente de entonces, José Julián Lertxundi y José María Arrate, respectivamente, aludió a la grada, al ambiente de división que creaba la figura del técnico baracaldés, y el «tormento» que suponía cada encuentro en La Catedral con el técnico serbio en el banquillo.
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Javier Clemente. 1991
Destitución y ascenso a asesor presidencial
El Athletic había perdido una semana antes 0-6 en San Mamés contra el Barcelona, en aquella tarde que Stoitchkov anotó cuatro goles. Javier Clemente ya había recibido un ultimátum de la directiva de José Julián Lertxundia. Si perdía en Castellón, se iba a la calle. El luego seleccionador de España lo sabía y colocó en Castalia una alineación revolucionaria, con el inexperto Kike en la portería. El experimento, por supuesto, salió mal. Y el cuadro vizcaíno perdió (2-0), condenado en una pésima segunda mitad. La suerte estaba echada.
Ese sábado, el equipo volvió en autobús desde Castellón. Siete horas de viaje, de silencio. Con el futuro del preparador conocido: a la calle. Después de descansar un poco, el presidente citó a Clemente en el céntrico hotel López de Haro. Con ellos, algunos hombres fuertes de la directiva. La reunión duró hasta las 18.30 horas. 90 minutos más tarde, el Athletic comunicó la sentencia esperada: el míster que en su primera etapa había dado dos Ligas y una Copa a los bilbaínos estaba destituido. Pero nadie esperaba lo que ocurrió después. Lertxundi anunció que se convertía en adjunto a la presidencia. Eso levantó un leve murmullo en el txoko de Ibaigane entre los informadores. "Será asesor personal mío en temas deportivo y para preparar la plantilla de la próxima temporada". Eso sí, su labor la haría desde su domicilio. "Si es posible me gustaría que se quedara en casa", comentó el máximo dirigente, que colocó el frente del equipo a Iñaki Sáez.
El exseleccionador asumió la orden de salvar a una formación que lucía 21 puntos, con cinco negativos –¿se acuerdan de ellos?–, que estaba en puestos de promoción y que coqueteaba con Betis y Cádiz, dos equipos que tenían todas las papeletas para perder la categoría. "Acepto el reto y confío en las posibilidades de este equipo de eludir el descenso", dijo el bilbaíno en la tercera ocasión en la que cumplía la labor de apagafuegos: lo hizo tras el cese de Helmut Senekowitsch (1980) y del primero de Javier Clemente (1985, de nuevo su controvertida figura fue el detonante). El preparador, hasta entonces en el filial, cumplió con su cometido. Y el Athletic acabó en el puesto 12.
Dragoslav Stepanovic. 1996.
Un cese con 47 días de retraso
Su carácter afable encandiló de inicio a los aficionados del Athletic. Su primer entrenamiento concentró a un gran número de personas en Lezama, que le escucharon gritan el nombre de Andrinua, su capitán, como si fuera el único que se sabía: "Jandrinuuuuuuuuuuua", se escuchaba. Sin embargo, esa buena acogida a Dragoslav Stepanovic, técnico serbio que procedía del Bayer Leverkusen se convirtió con el tiempo en "un martirio", en definición de José María Arrate, el presidente que le cesó un 17 de mayo de 1996.
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47 días antes, el 30 de enero, le había mostrado su confianza "por una cuestión de coherencia". Vamos, le había ratificado, eso que en el mundo del fútbol es la antesala del despido. De hecho, desde ese momento, y hasta el adiós de este entrenador que continuó su carrera en equipos de Egipto, Grecia, China y su país, el Athletic solo sumó cinco puntos de 21 posibles –sacaba cuatro al descenso–, marchaba en el puesto 16, y cada vez que se jugaba en casa la afición mostraba sus uñas. Por eso más que nada, Arrate justificó la marcha de Stepanovic. "Los profesionales necesitan un caldo de cultivo más adecuado que esa situación de tensión que se percibe cada vez que se juega un partido en San Mamés. No puede ser que cada vez que se juega en San Mamés esto sea un martirio", expresó el empresario.
La destitución se produjo un domingo 17 de marzo, hace 24 años, después de una derrota en casa ante el Valencia. Los vizcaínos perdieron por la mínima (0-1, gol de Viola), y todo la plantilla se quejó de la actuación arbitral de Brito Arceo, ese colegiado que luego pasó por Gran Hermano VIP. Un gol mal anulado a Ernesto Valverde, dos penaltis no señalados sobre Etxeberria... Pero el hecho es que el Athletic perdió, y tres horas después del resultado, el club anunció el cese de 'Stepi', y José María Amorrortu cogió al plantel. "Hay que dar seguridad al equipo entre todos". Y logró el deustoarra dejar al Athletic en el puesto 15, cuatro puntos por encima de la promoción de descenso. Al año siguiente, se produjo el fichaje de Luis Fernández.
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