De Marcos se baña en bronce: ya es el tercer futbolista con más partidos oficiales en la historia del Athletic

«De Marcos iguala en encuentros oficiales a Txetxu Rojo, tercero en el ránking histórico. 541 partidos. Zorionak, Óscar», publicó Ibaigane justo antes del pitido inicial. El de Laguardia saltó al césped de la mano de un niño vestido con la camiseta del Slavia -lo hicieron los jugadores de ambos equipos- y luego intercambió banderines con el capitán del conjunto checo, Jan Boril. Parece que fue ayer cuando se presentó en la concentración de la primera plantilla en Isla Canela, en verano de 2009, con una cara de susto y ganas de desaparecer. 15 años después, el alavés está escribiendo otro capítulo en el libro de historia rojiblanco y va por la página 541.

A De Marcos le tocó vigilar al joven El Hadji Malick Diouf y sobre todo a un gran Provod, quien le dio más de un quebradero de cabeza. Tuvo que trabajar el capitán, sudar su presencia en el podio, porque el Slavia fue mejor y solo las grandes intervenciones de Julen Agirrezabala permitieron facturar la victoria. El de Laguardia hizo una cesión comprometedora en la primera parte al portero guipuzcoano, quien consiguió domar la pelota y alejar el peligro. Poco después se gustó con un magnífico control en el centro del campo y sirvió un pase en profundidad a Iñaki Williams. Había tareas que resolver en su zona de influencia, por lo que no se dejó ver mucho arriba como de costumbre.

De Marcos jugó los 90 minutos -más los tres de tiempo añadido- y cumplió en la noche en la que dio la mano a un recuerdo imborrable como Txetxu Rojo. En la recta final vio una amarilla por tirar al griego Zafeiris. Dejó que se le escapara el balón y no tuvo más remedio que derribar al heleno y desbaratar una contra peligrosa. «Soy un afortunado por meterme en el podio. Todos -en alusión al Chopo y a Muniain- son una referencia para mí. Estar entre ellos es un orgullo para mí, mi familia y mis amigos», dijo el de Laguardia en Movistar.

Respondió sobre la «ilusión» que supone tener programada una final continental en San Mamés, pero pidió mesura y sensatez. «El partido de hoy (por ayer) nos tiene que servir para ser conscientes de lo difícil que es la Europa League. Es muy complicado. Está bien soñar a lo grande, pero hay que ir paso a paso». Se felicitó por los tres puntos conseguidos en un choque durísimo -«el día ha ido bien por los tres puntos»- y calificó de «equipazo» al Slavia. «Seguimos fuertes en casa», constató el hombre que contó anoche hasta 541.