Marcelino García Toral se ha acostumbrado a vivir noches mágicas en San Mamés. «Estamos muy felices y muy orgullosos del trabajo de estos jugadores», proclamó entusiasmado nada más sentarse con una amplia sonrisa dibujada en su rostro en la sala de Prensa. «Lo que debemos ... hacer es disfrutar de otra noche especial que hemos vivido gracias al trabajo de estos jugadores y al empuje de la afición».
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El entrenador lo tiene claro. El mérito de su equipo es enorme, por su capacidad para arrinconar al Real Madrid y su despliegue físico para presionarle muy arriba y recuperar la pelota muy cerca del área de Courtois. «Hemos hecho un trabajo inmenso. Hemos jugado prácticamente durante lo noventa minutos en el campo del Real Madrid. Es difícil dominar tanto a un rival de este potencial».
Álex Berenguer, especialista en goles clave en Copa tras el logrado en la semifinal de la pasada campaña en el campo del Levante, lo resumió con una frase. «Hemos hecho un partido casi perfecto». «No sé lo que significa meter para Álex, pero sí lo que significa no meter, que notaba demasiada ansiedad por hacerlo», dijo Marcelino al referirse al goleador de la noche.
Las memorables eliminaciones de Barcelona y Real Madrid colocan al Athletic es una posición privilegiada entre los aspirantes al título. Marcelino, entrenador que sabe manejar estas situaciones, pidió poner freno a la euforia. Nada de hablar de gabarras ni de pensar en La Cartuja. «Nos queda mucho camino para llegar a la final. Eliminar al Madrid y al Barcelona no nos lleva a la final».
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Y hay otro aspecto que preocupa al de Careñes, que el Athletic entre en una dinámica de centrar todos sus esfuerzos en la Copa y que arrincone la Liga, un error que ha cometido en anteriores campañas y que le ha dejado sin opciones de alcanzar la Liga Europa. «Tenemos que ganar al Espanyol porque nos coloca muy arriba», lanzó sobre el partido del lunes. Y, ya en materia, advirtió que «no podemos hacer como la temporada pasada, que sólo había un partido. Normalmente, ganan los equipos que tienen el hábito de ganar un día tras otro y eso es lo que buscamos».
Carlos Ancelotti tiene claro que es lo que tumbó a su equipo y le dejó sin el triplete nacional. «El Athletic nos presionó mucho desde atrás y no pudimos crear oportunidades claras. El plan no salió porque la presión del Athletic fue grande y no nos ha dejado salir con el balón. Ahí estuvo la llave del partido. A partir del minuto 70 pagaron el esfuerzo, pero marcaron», resumió el italiano.
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