Marcelino recuerda con los ojos llorosos el pasillo que le hizo al Athletic tras ganar la Copa

El paso por el banquillo del Athletic ha marcado profundamente a Marcelino García Toral, como ya ha demostrado el técnico asturiano en más de una ocasión. Su despedida se produjo hace ya dos años, tras permanecer 17 meses dirigiendo a los 'leones', una salida motivada por la falta de apoyos detectados en pleno proceso electoral en la entidad de Ibaigane, lo que le hizo tomar esta dura decisión, pese a que admitió que, si no se hubiera dado esta circunstancia, le hubiera «encantado seguir». «Ha llegado el momento de dar un paso al lado y cerrar una bonita historia», afirmó entre lágrimas.

Y es que en Bilbao era feliz, reconocía con orgullo el hecho de poder formar parte del club, y además llegó a definir a la plantilla que le tocó dirigir como «el mejor grupo» de todos a los que había entrenado. Un cariño mutuo ya que con su efusividad y su sentimiento la afición rojiblanca también terminó rendida a sus pies.

Hasta el pasado mes de abril, en el que el Athletic volvió a tocar la gloria en su torneo más querido, la Copa del Rey, Marcelino era el último técnico que había ganado un título con el Athletic, con la Supercopa de 2021. En el torno del KO llegó a disputar dos finales con el conjunto vizcaíno, dos intentos frustrados, primero contra la Real, y luego contra el Barcelona. Tras conseguirlo este año ante el Mallorca, ya con Valverde en el banquillo, el entrenador asturiano envió una cariñosa felicitación al club pocos minutos después de proclamarse campeones más de tres décadas después. «¡Zorionak txapeldunak! Esos jugadores, ese equipo, esa afición merecía este título. Hoy es un día feliz para mí por ver feliz a tanta gente a la que quiero de esa gran familia que es el Athletic. Me alegro de corazón por esta Copa tan deseada por todos», escribió en sus redes sociales.

El asturiano ahora, en una entrevista concedida a Relevo con motivo del encuentro entre el Villarreal y el Barça, que tendrá lugar este domingo (18.30 horas) en el estadio de La Cerámica, ha vuelto a emocionarse recordando ese momento, y sobre todo el privilegio que pudo tener al poder hacer el pasillo al Athletic tras el título. «Aquel fue uno de los mejores momentos de mi vida. Primero porque me alegré muchísimo de que el Athletic ganase la Copa. Pero muchísimo. Y el destino te juega a veces malas pasadas y otras, muy buenas. Nosotros jugamos con el Athletic finales descafeinadas, porque nos tocó hacerlo en la peor situación que yo viví, que fue jugar partidos con el Covid. Aparte de lo que supuso para la sociedad esa maldita enfermedad, con tantas muertes y tantas familias destruidas, a nivel profesional aquello no era fútbol, parecía otra cosa».

El de Careña lamentó no haber podido brindar a la afición una alegría en esta competición, pero sin embargo asegura que todo eso le valió para percibir de primera mano «lo que suponía ganar la Copa para aquellos jugadores». «Entonces, a medida que iban pasando los eliminatorias, mirábamos el calendario y dijimos, 'si el Athletic gana la Copa, vamos a tener la oportunidad de hacerles el pasillo en la Liga Liga'. Y surgió», ha declarado emocionado, con varias lágrimas recorriendo sus mejillas. «No es lo mismo mandarles un mensaje, por las redes o uno personal que tener la oportunidad de abrazarles personalmente. Me emociono…».

En esa entrevista Marcelino también relata cómo empezó su carrera en los banquillos, a raíz de una lesión de rodilla, y reconoce que se siente, junto a su cuerpo técnico, «con capacidad suficiente y experiencia acumulada» para poder entrenar cualquier día a Real Madrid, Atlético o Barcelona. «La realidad es que es difícil que se dé esa circunstancia. Es estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Y no sé si eso se va a dar. Pero bueno, a estas alturas de nuestra trayectoria profesional y de mi edad, tampoco es algo que me preocupe», ha añadido.

Precisamente con esos tres equipos el Villarreal está peleando ahora mismo de su mano en lo alto de la tabla, en la cuarta posición, seguido de cerca por el Athletic, separados tan solo por un punto. Marcelino regresará de nuevo a San Mamés en la jornada 16, a principios de diciembre, recibiendo posteriormente a los rojiblancos en la que ahora es su casa en el primer duelo liguero del mes de abril.

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