Marcelino insiste en cambiar las fechas para que Athletic y Valencia compitan en igualdad

El club rojiblanco ya se ha quejado a la Federación Española, que analiza el caso. «Hay tiempo para poner a los dos equipos en igualdad de condiciones», apremió ayer el entrenador. Lo hizo con el tono sosegado de quien está convencido de tener la razón. «Ni me enfado ni pongo excusas, explico hechos», zanjó.El escenario se resume con estas fechas. La vuelta de la semifinal se juega el miércoles 2 de marzo. La jornada de Liga anterior el Valencia visita al Mallorca el viernes 25 y el Athletic al Barcelona el domingo 27.

Por tanto, uno tendrá cinco días de descanso y el otro, apenas tres.Marcelino ofreció dos eventuales soluciones a los responsables de los horarios de la Liga y de la Federación. «Jugar los dos equipos el domingo 27 o disputar la vuelta el jueves y dejar los dos partidos como están».

La primera opción necesita la intervención de la Liga, con cuyo gobierno el Athletic está enfrentado. La segunda, la de la Federación, con quien las relaciones son estrechas.La segunda alternativa que plantea Marcelino mantendría, en todo caso, la ventaja en jornadas de descanso para el Valencia. «Uno tendría seis días y el otro cuatro». En un mensaje dirigido al club de Mestalla resaltó que «con dos días más ya tienes margen». El técnico recordó que ya hubo un cambio de horarios con motivo de su eliminatoria de cuartos ante el Real Madrid para permitir la participación de los internacionales sudamericanos con los blancos.

La Liga retrasó al lunes su duelo ante el Espanyol y la Federación llevó del martes al jueves el duelo copero de Bilbao. Aquel movimiento le perjudicó, pero no se quejó.El entrenador rojiblanco mantiene que sus demandas son «lógicas y aplastantes» porque «todos los equipos tienen que jugar en las mismas condiciones y merecen el mismo trato y el mismo respeto cuando estamos ante el partido previo a una final».«En un gran momento»La última vez que se cruzó con Bordalás en San Mamés Marcelino salió tarde al campo, lo que le ahorró saludar a un técnico con quien ha tenido sonoras discrepancias.

En Mestalla esta campaña enterraron el hacha de guerra con un apretón de manos. Esta noche el asturiano será un anfitrión perfecto. «Voy a saludarle con el máximo respeto. Fue amable cuando fuimos allí. Por mi parte recibirá una correspondencia absoluta».Marcelino sostiene que los suyos llegan en un gran momento. «Soy optimista, estamos muy bien. Estoy disfrutando con mi equipo, pero no me conformo». Y anunció que espera «un partido intenso, muy difícil, con bastantes interrupciones y muchísima dificultad».