«Lo de Maradona en el Mundial de México fue algo impresionante»

- Todavía fue más extraño que no le convocase Menotti para el Mundial del 78 porque él sí había confiado en usted cuando se hizo cargo de la selección.

- Sí. Jugué mucho. Recuerdo un partido en Montevideo en el que debutó Valdano y marcó dos goles después de dos pases míos. Yo creo que, en este caso, el problema es que Argentina, como ya estaba clasificada por ser país organizador, apenas jugó partidos en esos años. No pude jugar y ganarme el puesto. Además, había mucha competencia. Menotti confiaba mucho en Valencia, también estaba Villa, que luego iría a Inglaterra, Beto Alonso... Luego retrasó un poco a Kempes...

- Al final, acabó participando en México 86. ¿Influyó en ello Maradona tanto como se dice?

- No. La primera razón es que yo estaba muy bien y la gente y la prensa reclamaban que fuera. El que sí pudo influir en Bilardo fue Julio Grondona, el presidente de la AFA, que era de Independiente.

- ¿Cómo era su relación con Maradona?

- Era buena, pero tampoco de una gran amistad. No éramos de hablar mucho.

- Él le había admirado desde niño. Fue bonito lo que le dijo cuando saltó al campo ante Bélgica, el famoso 'Bienvenido, maestro, le estábamos esperando'.

- Sí, fue muy bonito. Recuerdo que agarró dos o tres pelotas y me las dio a mí. En otra se fue hasta la raya, me la tiró y la acabó cortando Scifo por muy poco. Si la llegó a coger ya encaraba al portero y sabía bien lo que hacer.

- ¿Qué?

- Colocarla contra un palo. Se te puede ir fuera, pero, si aciertas, el portero no tiene nada que hacer. Hay que intentar ponerla siempre lejos del portero, que es lo que no hizo ayer el muchacho Williams en el gol que erró.

- ¿Cómo vivió la actuación de Maradona en aquel Mundial?

- Fue impresionante. Ya en las prácticas demostró que estaba en un estado físico buenísimo. Corría y gambeteaba con una fuerza bárbara. Los coreanos le mataron a patadas. Fue una cosa de locos. Tuve miedo de que le lesionaran. Pero siguió a un nivel diez. Contra Bélgica hizo un partido buenísimo y luego llegó el gol contra Inglaterra.

- Ciencia ficción.

- Lo increíble fue ser capaz de llevar ese balón en el pie, gambeteando rivales a esa velocidad, en una cancha tan despareja y seca como la del estadio Azteca.

- En la final, el gol de la victoria fue de un buen amigo suyo de Independiente, Burruchaga.

- Sí. Fue una alegría increíble ese título. No nos dimos cuenta de lo que habíamos hecho hasta que regresamos a Argentina. Nunca vi tanta gente en un acontecimiento deportivo.