JAVIER BELTRÁN
Martes, 22 de febrero 2022, 09:44
Malcom Ares acumula dos jornadas determinantes en el seno del Bilbao Athletic. Los rivales ya están alertados. Hace una semana, en Lezama ante el Zamora FC, el extremo rojiblanco se iba por piernas de César Yanis, con caño incorporado, encaraba a Parra y se sacaba de la chistera un latigazo de rosca de bella factura desde el pico del área que rebasaba a Jon Villanueva alojando el cuero en su escuadra. Un tanto reparador que se canjeaba por tres puntos vitales en una Primera RFEF que se le atragantaba al filial rojiblanco.
Publicidad
Este domingo en el Cerro del Espino, con excelentes sensaciones corales, todavía le está buscando la matrícula el lateral derecho del Rayo Majadahonda. Malcom fue su suplicio para la zaga madrileña y, aunque no marcó en el 1-1 final, ensayó parte de su repertorio, con diabluras en sus continuos unos contra unos, y botando una falta contra la madera del meta argentino Champagne. Malcom suma tres goles en ocho partidos a las órdenes de Patxi Salinas en esta exigente Primera RFEF, con la sensación de ser un jugador diferente, singular y determinante.
Ante el diezmado Extremadura ya marcaba dos tantos en el 3-0 final de Lezama. La pasada temporada, con Joseba Etxeberria a los mandos, era Nico Williams ese pilar desequilibrante, que cuando las cosas se ponían feas, sus compañeros le buscaban para resolver los partidos. Malcom se va haciendo con ese papel a base de juego preciosista y punzante, además de su versatilidad para ubicarse en ambos extremos sin problemas. Su proyección parece imparable, con los ejemplos recientes de los Nicos (Serrano y Williams) acoplados ya en los planes de Marcelino García Toral.
Malcom Adu Ares (12-10-2001) debutaba el pasado 28 de noviembre con el filial en Riazor promocionado del Basconia, donde ya había dejado pinceladas de calidad tras ser fichado en verano del Santutxu. Nacido en Bilbao y de origen africano por parte de su padre de Guinea Bissau, con madre vasca, salía al verde en el minuto 69 por Artola para testarse en su primera incursión en la Primera RFEF, situándose en el extremo derecho. Tres minutos después, en el segundo balón que tocaba, se sacaba de la chistera un tiro cruzado que abortaba despejando el portero del Dépor, Mackay. Es su manera de jugar, sin aristas, directo, descarado y regateando al contrario en cuanto le llega el balón a los pies.
Malcom se formó en la cantera del Danok Bat en Alevines e Infantiles, pasó por la del Indautxu y se fogueó en el Santutxu en Juvenil Nacional hasta ser un habitual el curso pasado en el equipo de Tercera División que pilota Carlos Marco en Mallona. Sus actuaciones convencieron a los técnicos de Lezama por considerarle como un extremo especial, provisto de regate, velocidad y un remate distintivo, poco común en esa categoría. Se fortaleció en labores defensivas y esta campaña era un puntal del propio Patxi Salinas en el Basconia, disputando 15 partidos, con tres goles. No ha acusado el salto de casilla. De hecho, se va disfrazando de Nico Williams.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.