El maestro de porteros del Athletic se jubila

El Txopo, como no podía ser de otra manera, le obsequió su mítica elástica negra. «Ha sido el más grande. Él es el prototipo de portero del Athletic por su forma de ser, por su forma de parar, por su sentimiento athletizale. Pasarán otros 100 años y la figura de Iribar perdurará», resaltó Agirreoa sobre el mito zarauztarra. El legado de ambos se ha prolongado de generación en generación, simbólica y deportivamente, llegando hasta la actualidad con Unai Simón, Julen Agirrezabala y Ander Iru como exponentes. Los tres estuvieron también presentes en la despedida y le hicieron entrega de sus respectivas camisetas a Agirreoa, el maestro que les ha encumbrado en Lezama.

«Han sido diez años entrenando a porteros, pero los frutos no han venido únicamente de mí. Hay mucha gente detrás. Lezama es una familia», recalcó en relación a los grande cancerberos que han surgido en los últimos tiempos de la factoría rojiblanca. Peio Agirreoa pasó por las categorías inferiores del Athletic hasta debutar con el primer equipo el 15 de mayo de 1979 en el antiguo Vicente Calderón, con Koldo Agirre como técnico.

Posteriormente, con Helmut Senekowitsch, gozó de más continuidad cumpliendo la difícil tarea de sustituir a José Ángel Iribar, que encaraba la recta final de su carrera. Junto al ondarrutarra, Andoni Cedrún, Carlos Meléndez o José Miguel Garita aspiraron a ocupar el puesto del zarauztarra, pero, finalmente, fue Andoni Zubizarreta el que se consolidó como titular. Agirreoa decidió entonces emprender una nueva aventura que le llevó a defender las porterías del Elche, Tenerife, Linares y Alavés, donde puso fin a su carrera deportiva bajo palos.

Tras colgar los guantes se inició como entrenador y dirigió a equipos como el Bermeo, Barakaldo, Logroñés y Palencia, antes de recalar en el organigrama técnico del Athletic para tomar las riendas del Basconia –seis temporadas, 2006-2012–. Su siguiente reto fue la preparación de los porteros en Lezama, un trabajo cuyos frutos se han evidenciado mediante la irrupción de cancerberos de altísimo nivel durante la última década.

«Siempre les he dicho a los chavales que los porteros tienen que tener un poco de salitre porque somos diferentes y quizá por eso salgan tantos de Ondarroa», apuntó. La prolífica lista de guardametas de la villa costera incluye entre otros a Iñaki Bergara, Kepa Arrizabalaga u Oinatz Aulestia, además de Jesús Larzabal o Eñaut Zubikarai. «No va a ser fácil asimilar la nueva situación después de 55 añosl», pero el maestro abre una nueva etapa. Volverá a disfrutar del salitre de su localidad natal, aunque seguro que estará atento por si se topa con alguna posible nueva figura. Siempre alerta como los grandes porteros.