Lucha por el Zamora en San Mamés

Simón ha comenzado a llamar la atención fuera de Bilbao. Luis Enrique le tiene en cuenta como posible tercer portero de la selección. Que la Eurocopa se haya retrasado a 2021 aumenta sus opciones de estar allí. Si no es así, hay muchas posibilidades de que vaya con España a los Juegos Olímpicos de Tokio.

El alavés ha cautivado a San Mamés porque aporta sobriedad, eficacia y, además, da pocas sorpresas desagradables. El club es consciente de que en breve puede ser su jugador de más cartel y ya ha comenzado los contactos para mejorar, ampliar y blindar aún más un contrato que concluye en 2023 y está sujeto por 50 millones de cláusula.

Jan Oblak tiene a Courtois por delante en la lucha por el Trofeo Zamora, pero mira por el retrovisor a Simón, con un gol menos encajado (20 frente a 21) con tres partidos menos jugados. El esloveno se ha marcado como meta obtener esta campaña su quinto galardón seguido para alcanzar a Ramallets y Víctor Valdés, los dos únicos porteros que han sido los menos goleados en cinco campañas. Eso sí, ninguno de ellos lo hizo en cursos seguidos, objetivo al alcance del guardameta del Atlético de Madrid.

Ni la presencia del alemán Ter Stegen ni la llegada de un exrojiblanco como Courtois al Real Madrid la pasada temporada habían discutido el dominio de Oblak. El esloveno conquistó su primer Zamora en la 2015-16, con una cifra asombrosa de 18 tantos encajados y un 0,47 de coeficiente entre goles recibidos y partidos jugados, el mejor ratio de la historia de la Liga junto al del deportivista Paco Liaño en la temporada 1993-94.

A partir de ahí se ha mantenido firme al frente de los menos goleados. Batirle cuesta un mundo a los atacantes. Su gran cualidad es que transmite la sensación de que todo lo hace fácil y que no necesita adornarse. En el Atlético de Madrid había temor a que se marchara, aunque el coronavirus complica que venga un club con sus cien millones de cláusula de rescisión.