Luces y sombras de un equipo obligado a crecer

Tras la salida de Ander Iru (SD Logroñés), el Athletic vuelve a la normalidad de tener dos porteros. No hay club en España con la meta mejor cubierta. Sus cancerberos son el titular con España, Unai Simón, y el suplente de la sub'21, Julen Agirrezabala. El segundo se incorporó tarde porque participó en el Europeo y sólo ha disputado 135 minutos. Simón ha jugado cinco partidos, tres de ellos completos. Ha regresado a un gran nivel con intervenciones en las que ha recordado que los porteros de alta jerarquía hacen lo que hace él: remediar lo irremediable.

La zona defensiva encabeza la lista de dudas. Se ha ido el mejor central, Iñigo Martínez, y el hombre encargado de asumir el rol de primer espada, Yeray, es casi segura baja ante el Madrid. Se operó de pubalgia al acabar el curso, no fue a la gira de México, jugó 39 minutos ante el Racing y sufrió una sobrecarga. En principio era para unos pocos días, pero ya lleva diez fuera. Vivian y Paredes, reforzado tras el Campeonato de Europa sub'21, serán los centrales en el arranque de Liga. Valverde no tiene más. Si el técnico sufre una emergencia deberá tirar de dos centrocampistas reconvertidos que llegan tras sus cesiones al Eibar y Mirandés, Nolaskoain y Prados. El entrenador advirtió a través de este periódico que no descarta un refuerzo. «¿Fichar un central? Hasta el final del mercado tenemos que estar abiertos». El nombre de Laporte se ha puesto sobre la mesa, pero ni se ha hablado con el Manchester City ni con el futbolista, y además es una operación que parece fuera del alcance económico del club en estos momentos. Su equipo está dispuesto a venderlo, pero exige una propuesta importante. A estas horas ni el jugador ni su club tienen una oferta concreta sobre la mesa. Hay otro problema atrás. Berchiche no ha jugado ningún minuto. El lateral se lesionó en el último partido ante el Madrid. No se ha integrado aún al grupo. Será baja en el primer partido y probablemente en el segundo. A la hora de decidir su relevo, Valverde apuesta por la veteranía. Lekue apunta a titular el sábado en detrimento de Imanol.

Ruiz de Galarreta por delante de Herrera. Ese mensaje ha dejado Valverde esta pretemporada. El entrenador prefiere al eibarrés al jugador del PSG, en perfectas condiciones físicas, para entregarle la manija de la construcción del juego.

El ex del Mallorca está en un excelente momento. Llega de un equipo que concedía la iniciativa y eso le ha mejorado en tareas defensivas. En las ofensivas, mantiene su clarividencia y en Dublín conectó muy bien con Sancet.

El eibarrés apunta al once. Imanol, Nolaskoain, Prados, Unai Gómez, Martón y Adu Ares estarán de inicio en el banquillo. En este grupo hay que destacar la irrupción de Unai Gómez, uno de los mejores en pretemporada. Gusta mucho a Valverde y parece dispuesto a darle minutos como recambio de Sancet.

Persiste el endémico problema de eficacia ante el gol. Valverde ha alineado esta pretemporada a cinco jugadores en el puesto de nueve: Iñaki Williams, Raúl García, Guruzeta, Villalibre y Martón. De todos ellos, el único que ha marcado es el último, tres dianas.

Era el jugador que más bajo partía en el escalafón. Valverde le recibió con frialdad: «Tenemos la posición cubierta», dijo. Apuntaba a cesión, pero el entrenador aplica ahora la meritocracia. Tras concluir el duelo de Dublín anunció en declaraciones a EL CORREO que se quedaba al menos hasta el 31 de junio.

Por lo visto en pretemporada los dos jugadores que salen en las primeras posiciones para ser el delantero más en punta ante el Madrid son Williams y Villalibre.

Explosión de Martón al margen, la otra gran novedad del frente de ataque ha sido ver de nuevo a Muniain en la banda izquierda, una posición que había abandonado con Valverde y en donde tiene la competencia de Berenguer e Iñaki Williams.

Sancet y Nico Williams han participado poco en pretemporada porque el primero se incorporó tarde tras el Europeo y el segundo está lastrado por un golpe. En Dublín volvieron a confirmar que son jugadores diferenciales y que el ataque del equipo depende en gran medida de sus respectivas aportaciones.