Aquella lluviosa noche en San Mamés
Un lunes ·
Este sábado se cumplen diez años de la inauguración del nuevo estadio rojiblanco. Fue ante el Celta y con el campo todavía sin terminarSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Un lunes ·
Este sábado se cumplen diez años de la inauguración del nuevo estadio rojiblanco. Fue ante el Celta y con el campo todavía sin terminarUna lluviosa noche de un lunes 16 de septiembre de hace diez años se jugó el primer partido en el nuevo San Mamés. Hablar de inauguración resulta quizá excesivo porque faltó solemnidad, aunque Josu Urrutia, Carlos Gurpegui e Iraia Iturregi izaron la bandera rojiblanca y ... se bailó un aurresku, y porque, en realidad, el campo no estaba acabado. Faltaba todavía la tribuna sur y la cubierta no estaba ajustada. Por esa circunstancia, solo 35.000 espectadores, los socios de la vieja Catedral, pudieron asistir al estreno.
Charles, delantero brasileño del Celta, marcó el primer gol de la historia del nuevo campo, nada que ver con la mística de Pichichi estrenando la antigua Catedral un siglo antes, y San José hizo el primer gol del Athletic minutos después. El equipo que dirigía Valverde acabó ganando 3-2 aquel partido de la cuarta jornada de una Liga en la que el Athletic terminaría consiguiendo la clasificación para la Champions. Once meses después, en la eliminatoria previa contra el Nápoles, San Mamés se estrenó completo y más de 50.000 espectadores celebraron el primero de sus partidos históricos.
El nuevo San Mamés fue la culminación del trabajo iniciado dieciocho años antes por José María Arrate y continuado por los seis presidentes que le sucedieron: Javier Uria, Ignacio Ugartetxe, Fernando Lamikiz, Ana Urquijo, Fernando García Macua, que puso la primera piedra, y Josu Urrutia. Pero la idea de un campo que sustituyera a la vieja Catedral también fue barajada al final de la década de los sesenta por Félix Oráa, que compró en Lezama terreno suficiente para erigir allí un nuevo estadio, y por su sucesor José Antonio Eguidazu, quien en los primeros años setenta sopesó la posibilidad de construir un nuevo estadio en la Campa de los Ingleses. Y si nos remontamos a los albores de la Liga, habrá que recordar que bajo la presidencia de Manuel de la Sota, en 1929, el Athletic llegó a celebrar la inauguración provisional del que se anunciaba como su nuevo campo en Torre Madariaga, un proyecto que la guerra terminó de desbaratar.
Noticias relacionadas
La génesis del actual campo se sitúa en los últimos meses de 1995 y los comienzos de 1996, en el segundo año de la presidencia de José María Arrate. El viejo San Mamés era un campo entrañable pero obsoleto. La última remodelación con motivo del Mundial de 1982 ya quedaba vieja y el campo no cumplía ni con las exigencias legales de seguridad para espectáculos multitudinarios, ni con los requerimientos de unas televisiones que empezaban a ofrecer retransmisiones más sofisticadas.
La Catedral había llegado a su límite físico y la lista de espera para nuevos socios crecía sin solución. Precisamente abrir una nueva lista con un depósito de 5.000 pesetas (30 euros) fue uno de los recursos que empleó la directiva de Arrate para presionar y concienciar a las autoridades locales de la necesidad de construir un nuevo campo. Diez mil aspirantes a socio adelantaron su dinero dando la razón a quienes sostenían que un nuevo campo era imprescindible para garantizar el crecimiento del club.
239 Partidos oficiales en su nuevo estadio
191 de Liga; Copa, 23; Supercopa, 1; y competiciones europeas, 24. Ha ganado 125, ha empatado 57 y ha perdido 56, con 378 goles a favor y 222 en contra.
8 encuentros disputados en la Catedral
el Athletic femenino entre Liga, Copa y Champions, con un balance de 3 victorias, un empate y cuatro derrotas, marcando 8 goles y recibiendo 12.
19 Bilbao Athletic
ganó 5, empató 6 y perdió 8, con 16 goles a favor y 19 en contra.
Dando otra vuelta de tuerca, Arrate pidió a los arquitectos Santiago Calatrava y Norman Foster sendos proyectos para demostrar que un nuevo campo era viable en el centro de Bilbao. El 8 de marzo de 1996 Calatrava presentó su maqueta, situando el campo entre el Euskalduna, el parque y el puente de Deusto; cinco días después Foster hizo lo propio, situando también el estadio donde ahora se ubica el centro comercial Zubiarte.
La idea del Athletic de incluir San Mamés en los planes de Abandoibarra no prosperó e incluso generó un gran debate entre quienes se negaban a asumir la desaparición de la vieja Catedral y quienes defendían la necesidad de un nuevo campo. De la mezcla entre la veneración al San Mamés 'de toda la vida', las cuestiones económicas y la viabilidad de una construcción de semejante magnitud en el centro de la villa, salía el combustible que alimentaba discusiones interminables en aquel Bilbao que estaba viendo nacer el Metro, el Guggenheim, el Euskalduna y todo lo que en definitiva sirvió de base para su salto a la modernidad.
El traslado de la Feria de Muestras al actual BEC abrió una oportunidad inesperada que no se desaprovechó. Abandoibarra era imposible pero los terrenos que liberaba el ferial permitían una solución que podían aceptar todas las partes. Bajo la presidencia de Javier Uria los socios compromisarios dieron luz verde para explorar esa vía y tras la negociación de Fernando Lamikiz con Iñaki Azkuna y José Luis Bilbao, el Ayuntamiento modificó sus planes para la zona Basurto-San Mamés, lo que permitiría la construcción del campo moderno.
En enero de 2007, más de una década después de aquellos primeros pasos que diera Arrate, Ana Urquijo, la única mujer que ha presidido el club hasta la fecha, representó al Athletic en la constitución de la sociedad San Mamés Barria con la Diputación y la BBK. En la presidencia de García Macua se sumarían a la sociedad el Ayuntamiento y el Gobierno vasco. En marzo del mismo año el arquitecto César Azkarate presentó el proyecto del actual campo y dos semanas después los socios compromisarios daban luz verde al camino emprendido.
La gran crisis de 2008 también tuvo su incidencia. El proyecto sufrió un parón y fue necesario un rediseño para abaratar los costes. La propuesta final resultó un estadio más pequeño y con una imagen exterior menos ostentosa que la original. El Athletic tenía nuevo presidente, Fernando García Macua, y a él le tocó reordenar, cerrar la financiación y presentar el proyecto que acabaría siendo definitivo y dar a las obras el impulso final.
El 26 de mayo de 2010, un caluroso día de primavera, Iribar arrancó un pequeño rectángulo de césped del viejo campo y el capitán Muniain hizo lo propio con un trozo de la fachada de la tribuna principal para trasladar hierba y piedra al lugar donde se comenzó a cimentar simbólicamente el nuevo San Mamés.
Tres años después el balón rodó por fin en la nueva casa del Athletic aún sin acabar. Antes Urrutia y su junta habían cerrado los últimos flecos culminando con éxito una operación tan delicada como el traslado ordenado de los socios a su nueva casa, que incluía la agrupación de familiares y amistades tan largamente esperada. La obra no terminaría definitivamente hasta dos años más tarde, con la ampliación de la cubierta, casi veinte años después de aquellas primeras maquetas de Foster y Calatrava, y con un costo de unos 180 millones de euros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.