Después de que en los tres partidos previos a la Supercopa el Atlético se posicionara alrededor del 1-4-4-2, Simeone ha preparado el partido contra el Athletic con un cambio de sistema. Puede volver a recurrir al 5-3-2. Las alternativas tácticas ... del técnico argentino con esta disposición son variadas. No dudará en convertir a Llorente y a Carrasco en extremos si las circunstancias se vuelven desfavorables, juntando a tres centrocampistas para dominar el juego interior. Y agrupará a los carrileros para formar con una línea de cinco jugadores si su equipo se adelanta en el marcador, retrasando notablemente la altura de la línea defensiva.

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El equipo colchonero está capacitado para gobernar los partidos dependiendo del cariz que estos tomen. Pero también se muestra convincente cuando domina el juego y necesita presionar al equipo rival.

Si algo ha cambiado para el conjunto de Simeone ha sido la enorme efectividad que mostraba en su propia área. En el apartado defensivo está permitiendo que le lleguen poco hasta las inmediaciones del área, pero en esas aproximaciones le marcan goles con relativa facilidad. Hay un dato esclarecedor, solo ha dejado su portería a cero en ocho de los veintisiete partidos de la temporada. Se está mostrando más vulnerable en la faceta defensiva y esto repercute directamente en los resultados del equipo.

Aunque Oblak (13) continúa siendo un portero de categoría colosal, parece haber perdido la aureola de ser casi insuperable. Domina el área, transmite seguridad, es sobrio, pero ahora parece que presenta algunos resquicios en su eficacia.

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Después de algunos partidos jugando con una defensa de cuatro, Simeone puede recuperar la línea de tres centrales. En el perfil derecho, Felipe (18), sobresale en el juego aéreo, maneja la salida del balón, pero últimamente aparece señalado en alguno de los goles recibidos. En el eje se sitúa Giménez (2), un jugador extremadamente competitivo. Muy poderoso físicamente, excelente en los balones aéreos, siempre juega al límite del reglamento. Personalidad y jerarquía. Hermoso (22) es un defensor rápido y contundente, demasiado vehemente y desbocado en algunas situaciones. En la salida del juego es capaz de superar líneas de presión.

Los carriles parecen estar destinados a jugadores con un espíritu muy ofensivo. En el derecho comparece Llorente (14). Profundo, veloz, desequilibrante y trabajador. Por la izquierda se desenvuelve Carrasco (21). El belga aúna potencia, verticalidad, facilidad para el desborde en las acciones individuales y compromiso en las labores defensivas.

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En el centro del campo Kondogbia (4) se consolida en el pivote defensivo. Aturullado en la organización, es un jugador con una capacidad física extraordinaria. Rápido, fuerte, intenso y descontrolado en las disputas, acapara muchas amonestaciones. Koke (8) es la extensión del Cholo en el terreno de juego. Impone la pausa y el ritmo. Infatigable, aunque sufre en las transiciones rápidas cuando el partido se descontrola. Lemar (11) se ha adaptado a jugar fuera de la banda. Ayuda en la elaboración del juego y rompe líneas con acciones individuales. El gran sacrificado sería De Paul (5), capaz de organizar el juego y desplazar el balón con precisión.

Arriba, surge una nueva oportunidad para Joao Félix (7). El portugués, díscolo a los ojos de Simeone, atesora todos los atributos técnicos. Posee velocidad, combina con acierto, tiene visión de juego y disparo. Le falta regularidad y la confianza del entrenador. Correa (10) atraviesa un excelente momento de rendimiento. Se gira entre líneas y encara a la defensa rival. Golea y asiste. Suárez (9), habitualmente indispensable, se muestra irrelevante lejos del área. El uruguayo ha perdido ritmo y velocidad, aunque sigue siendo una amenaza cuando merodea el área.

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